Blogueros: el síndrome BES (Bloguer Exhaustion Syndrome)

Se habla mucho, y con razón, del síndrome del «burnout» en los blogueros, o sea, entusiastas que se dedican a tener una página web donde hablar de cualquier cosa que les interese, sea papiroflexia, cocina, maternidad, o mecánica cuántica.

Todo cabe en los blogs, y hay blogs que son verdaderas joyas por sus contenidos, que ofrecen de forma gratuita y altruista. No aparecen en la tele ni en entrevistas, pero los lectores saben que allí hay material de primera.

Pero eso tiene un precio, y es que el bloguero, que es un ser humano aunque muchos crean que estas cosas se escriben solas, puede agotarse mentalmente. Y ahí aparece el «síndrome del burnout», que es un anglicismo para decir: «estoy hasta el gorro del maldito blog». O quizás simple y llanamente: «no puedo más». Vamos a analizar este síndrome a continuación, y ver naturaleza, origen, y posibles soluciones.

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Las musas inspiran a los creadores, pero ellas solas no se bastan para mantener un blog

Es normal, y es humano, sufrir agotamiento ante una actividad realmente más dura de lo que se pueda pensar como es mantener vivo un blog. Y nos pasa a todos. Yo no soy inmune, puede estar seguro de eso. ¿Qué podemos hacer ante algo así? Cerrar la página es una opción. Pero debería autoanalizarse cada uno antes de dar un paso tan radical y definitivo.

No importa con cuánto entusiasmo se abra, no importan los contenidos que se ofrezcan, y no importa el éxito que tenga el blog, diez seguidores, mil, diez mil, da igual; al cabo de un tiempo el bloguero se sentirá irremediablemente agotado.

Mucho tiene que ver con las expectativas del bloguero. Si su ambición es tener mil visitas diarias y tiene cien, es evidente que su frustración irá en aumento rápidamente. Si diez visitas le parecen bien y tiene cien, entonces todo será maravilloso. Pero quien tiene cien visitas suele querer tener mil, y quien tiene mil visitas sueña con tener diez mil. Somos humanos, y la ambición muchas veces nos puede.

Además, actualmente existe en muchos casos una obsesión casi enfermiza por la monetización de los blogs, con técnicas infinitas para escalar puestos en Google y destacar sobre los demás. Muchos olvidan que lo más importante no es el SEO o cualquiera de esas palabras con acento inglés que tan de moda están hoy día. Lo más importante son los contenidos. Y hay que tener en cuenta una cosa: si se habla de física teórica, o de filosofía, no se debe esperar ríos de lectores acudiendo al blog. Si por el contrario se habla de temas más populares, futbol, belleza, maternidad, temas que afectan a millones de personas, se tendrán más lectores. Es algo obvio.

Pero cuidado: eso no significa mayor fidelización. Muchos confunden ambos elementos. Tener diez mil lectores no significa haber fidelizado a diez mil personas. Muchos de esos lectores son oportunistas, que vienen una vez y se van para siempre. De nuevo, conseguir lectores fieles va a requerir que las entradas tengan una calidad en contenidos y detalles. Y eso requiere mucho tiempo y esfuerzo. Publicar más no significa, en absoluto, triunfar más. Los contenidos son la clave.

Por otro lado, existe un agotamiento natural ante los temas que se tratan. ¿Cuántas cosas se pueden contar antes de que aparezca lo que he bautizado como el «síndrome del agotamiento bloguero? (SAB en español, o «Bloguer Exhaustion Syndrome» o BES en inglés).

El BES depende básicamente de tres factores:

  1. Perfil psicológico básico del bloguero.
  2. Nivel de éxito del blog, inicial y en el tiempo.
  3. Estado psicológico en el tiempo del bloguero.
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Modera tu entusiasmo amigo; abrir un blog no significa miles de lectores entrando; ante la gigantesca oferta, destacar es un trabajo tremendamente complejo y difícil

Esto nos lleva a un límite. Podríamos definir ese límite como el momento en el que los tres parámetros se agotan y/o entran en crisis, y eso conlleva la merma en la calidad de las entradas del blog, y/o el espaciamiento de entradas en el blog. Esto causa en los lectores un efecto de alejamiento, que se pronuncia conforme esas entradas van empeorando y se van distanciando. Es un efecto que se retroalimenta: menos entradas, menos lectores, menos entradas, hasta que el bloguero decide borrar el blog. Ya no tiene nada que contar, o eso cree el bloguero, y termina con su trabajo de forma definitiva.

Normalmente un blog no va a ser constante en actividad. Puede haber meses con muchos lectores leyendo artículos e interactuando, seguidos de meses donde esa intensidad baja. ¿Por qué? Porque el público se cansa del blog, de los contenidos, del autor, y busca otros blogs. Nada es constante en la vida, y los blogs, como todo lo demás, tiene ciclos. A veces se sube, pero a veces se baja, independientemente de la calidad de los contenidos, porque nada puede subir eternamente. En esos momentos el bloguero debe ignorar ese dato, y seguir trabajando. Ya llegará la subida si trabaja bien y prepara material de calidad. Constancia es la palabra. Constancia y ritmo.

Es normal, es algo muy común. La gente va y viene. El seguidor entusiasta e incondicional de ayer, mañana ni se acordará de tu blog. Es normal, y es humano.

Estas subidas y bajadas producen que haya valles de lectores, es decir, épocas donde la actividad del blog se reduce. Si a eso sumamos los tres puntos anteriores, un bloguero puede decidir que es el momento de cerrar el blog.

«La gente ya me ha olvidado. El blog cae en picado. Es el fin. Intereso cada vez menos. «

Y luego se toma la decisión: borrar todas las entradas y el material, y pasar a hacer otra cosa.

Repito una vez más: es normal, y es humano, y todos los que llevamos un tiempo con blogs lo hemos pensado alguna que otra vez. El problema se da cuando la recompensa que produce el blog es inferior a un nivel crítico mínimo. En ese momento surgen las dudas:

  • Mi blog ya no funciona.
  • Mi blog ha dejado de crear interés.
  • He agotado los temas de los que hablar.
  • He agotado mis ideas en general.
  • He pensado que el blog ha cumplido su ciclo.

Todos estos razonamientos y argumentos son perfectamente comprensibles y entendibles, y pueden ser totalmente objetivos, por qué no, en el contexto de que los seres humanos no somos robots, que podamos producir una cantidad de trabajo igual, con la misma calidad, y a lo largo del tiempo. El trabajo creativo es, por contraposición a la cadena de producción, un proceso completamente variable, sujeto a muchos parámetros circunstanciales de la vida personal y profesional de cada individuo.

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La mayoría de blogueros nunca verán ingresos en sus blogs, excepto cantidades ínfimas, porque se fijan en técnicas de ventas, pero no en la calidad de los contenidos, que son el verdadero motor de un blog

Pongamos un ejemplo de un blog imaginario. Los dos primeros años va subiendo, pero luego tiene una cresta, y empieza una caída que dura tres meses. ¿Por qué se produce esto? Porque nada sube eternamente, y es algo que debemos entender. Pero no lo hacemos  muchas veces. No podemos ir superando cada año los valores anteriores. A veces funcionará. Otras veces no. Podemos tomar medidas correctivas, pero no podemos evitar que haya caídas. Las habrá, y habrá que gestionarlas.

Aquí hay que tener en cuenta algo muy peligroso, que muchos blogueros se plantean, y es:

«La culpa es mía».

Esto es algo parecido a cuando tenemos un dolor unos días, y tendemos a pensar que va a ser malo. «Esto va a ser cáncer». «Esto va a ser un infarto». «Esto va a ser una enfermedad degenerativa». Siempre tendemos a buscar el peor argumento.

Y no es así. No necesariamente. Sí, ese dolor puede ser un cáncer, pero ese dolor lo pueden causar cincuenta cosas distintas, solo una de ellas es por el cáncer. Y elegimos la mala, no porque seamos necesariamente hipocondriacos, sino porque podemos estar deprimidos, asustados, o mal asesorados incluso.

El BES o síndrome del agotamiento bloguero se debe tratar desde el principio. Y el concepto fundamental, el argumento a seguir es:

  • Si algo funcionó en el pasado, y ahora no, no voy a dejarlo antes de analizar las causas. Solo cambiaré si esas causas han dejado obsoleto ese modelo.
  • Pero si algo actualmente no funciona, sí voy a buscar alternativas, no sea que ese algo haya dejado de funcionar.
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Cada tema distinto que toquemos en un blog gustará a unos lectores y no a otros; debemos decidir qué temas tocar y centrarnos en un ámbito no demasiado amplio

¿Qué podemos definir por «alternativas»? Es muy sencillo: se trata de buscar nuevas formas de complementar el blog, para hacerlo más atractivo. Tanto para los lectores que ya lo conocen, que pueden interesarse en nuevas ideas, como para otros lectores, que pueden encontrar en esas nuevas ideas elementos que sean de su interés.

Y ahí surgen los podcasts, vídeos y otros elementos mediáticos. Son formas de complementar los blogs con nuevos elementos, más rápidos y directos, que contribuyen a captar un nuevo perfil de lector: el amante de esos medios.

Tengamos en cuenta, sin embargo, que un amante de los podcast o de vídeos no va a centrarse en los contenidos textuales del blog. Generalmente son gente que quiere un consumo rápido de información, y nunca leerán un texto de más de tres párrafos. Por ejemplo, este texto, de forma completa, lo leerán 1 de cada 20 lectores que pasen por aquí. El resto lo leerán de forma cruzada, y otros simplemente ignorarán el texto debido a su longitud.

Por lo tanto, los podcast y vídeos son una buena alternativa. Pero, si tenemos adictos a textos largos en nuestro blog, no los descuidemos. No cometamos el error de perder unos por ganar y otros, porque podríamos perderlos a todos.

Nadie dijo que fuese a ser fácil. Nacen miles de blogs cada día, pero se cierran miles también. La gente muchas veces no es consciente de lo duro que es mantener un blog, y la frustración, el aburrimiento y el agotamiento, y, sobre todo, ver que el blog no crece, o lo hace muy lentamente, quema a muchos, en un mundo donde la inmediatez lo es todo. Luego muchos se sorprenden del éxito de un blog. Y no tienen en cuenta el enorme esfuerzo que ha costado para su autor.

El trabajo, como siempre, lleva tiempo y esfuerzo. En una sociedad donde todo dura horas y donde se consume información ligera y superficial, un blog de contenidos amplios y profundos es casi una provocación. Y una locura. Pero merece la pena. Porque, hay fuera, hay gente interesada en ese trabajo duro y profundo. Y ellos merecen la pena. Muchas gracias.


 

Autor: Fenrir

Amateur writer, I like aviation, movies, beer, and a good talk about anything that concerns the human being. Current status: Deceased.

12 opiniones en “Blogueros: el síndrome BES (Bloguer Exhaustion Syndrome)”

  1. ¡Hey!
    En mi caso por eso al principio de un proyecto evito revisar estadísticas. Como indicas, obsesionarse con ellas es lo peor y lo que más manifiesta el BES.
    Por ponerte un ejemplo, de haber empezado a analizar las estadísticas del podcast, ahora mismo no estaría publicando. Al principio hubo un pico de los que mencionas, pero tuve un par de meses (noviembre y diciembre) de caída en picado. Incluso en enero se repitió y al haber dos audios de un colaborador, me habría llevado a una lectura errónea. Y lo digo claramente porque este colaborador apareció de nuevo este verano y es uno de los audios más populares 😅
    Simplemente ocurrió que los primeros oyentes dejaron de tener tiempo. Pero en febrero volvieron y esas tristes estadísticas, mejoraron y todos los audios a día de hoy están igualados. Así que fue fundamental no obsesionarse con las estadísticas al principio para que siga la actividad.

    El factor que a mí me afecta para el formato escrito es el “no tengo nada más que contar”. Es por eso que tengo fijada la actividad semanal y no me planteo tener un ritmo diario. Ya lo tuve en otro proyecto y a parte de ser mucho trabajo como destacas, a los dos años me pilló el cambio de criterio para asistir como prensa a ciertos eventos, haciendo por tanto que tuviera mucho menos que contar. Y que un ritmo diario fuera imposible de llevar a cabo. Así que lo dejé en tres entradas para incluir los vídeos de mis canales y una entrada escrita. Cuando cerré YT tocó despedirse porque ese factor de sentir que no había más que contar de esas temáticas, fue total.

    Y es por eso al blog actual no le subo la cantidad de entradas a la semana. Si hay algo que quiero compartir extra lo subo, pero no me marco más que hacer una entrada a la semana. Y al podcast le hago un episodio por mes por lo mismo: porque las temáticas que tengo fácilmente en un mes me quedaría sin ideas 😅

    Un abrazo y buen escrito. Ya ves que da para pensar 😜

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    1. Sin duda el ritmo no tiene que ser demasiado alto a no ser que sean entradas ligeras. En mi caso es un caos y lo sé, pero bueno me marco la meta que lo que tiene de caótico el blog lo tenga también de contenidos que puedan ser variados y entretenidos. En cuanto al podcast, la competencia es muy grande, hacerse un hueco es durísimo, pero apoyo vas a tener y tienes, con eso puedes contar empezando conmigo. Abrazos!

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  2. Uffs, llevo blogueando desde el 2007 y he tenido, creo, 4 blogs. El primero me fue de escándalo pero tuve problemas familiares, ejem.. y lo cerré. Luego abrí otro con un pseudónimo y me quemé… Luego otro de reseñas que es el que más tiempo me está durando aunque ahora mismo como que no me entran ganas. Y ahora estoy con el mío más familiar, más disperso, más yo. No se cuanto tiempo duraré… no tengo expectativas, no se quien me sigue, o me lee, o si alguien le gusto… Me encantan los comentarios, eso sí, y me motiva a escribir… Pero me mola poner cosas que ese día sale.
    Buena entrada, muy reflexiva y aunque parece que no, motivadora. Jajajjaja.
    Besotes

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    1. Efectivamente llega un punto en esto de los blogs que lo mejor es dejarse llevar. Una cosa es un negocio, pero si el blog para relajarse, lo mejor es no someterse a disciplinas, simplemente disfrutar escribiendo cuando y como te apetece. O eso o nos encadenamos a una cadena más, y eso no nos interesa. Abrazos!

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    1. Muchas gracias, este es un trabajo de fondo, como una maratón. Así se consiguen éxitos, poco a poco y con trabajo. Saludos.

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    1. Muchas gracias, sin duda hay momentos en que lo lanzarías todo por la borda, se hace duro resistir. Pero merece la pena, es esa carrera de fondo de la que hablaba. Se suda, y se sufre, pero la meta llega con constancia y trabajo. Saludos.

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