Bienvenido a Marte; por favor no pise los marcianos

No existía vida en el sistema solar excepto en la Tierra. Hasta ahora. (Música de tambores y trompetas).

No, no es el comienzo de una novela o una película de ciencia ficción. Es una realidad que puede estar ocurriendo perfectamente ahora mismo. Los extremofilos son un tipo de organismos que, por su naturaleza y características, pueden sobrevivir largo tiempo en el vacío del espacio. Luego, una vez en el lugar adecuado, pueden prosperar y reproducirse colonizando nuevas tierras, y adaptándose a nuevos entornos.

Es posible que esto esté ocurriendo ya. Sondas lanzadas a Marte, se sospecha, podrían haber llevado vida indígena terrestre al planeta rojo. Se han descubierto varios tipos de bacterias que podrían sobrevivir en suelo marciano. Es un ambiente hostil, pero está demostrado que la vida sobrevive y se adapta a las peores condiciones. En la Tierra hay vida en lugares extremadamente secos, extremadamente cálidos, o extremadamente fríos, o carentes de agua, o una combinación de los anteriores. Pero hay vida.

Los exobiólogos sospechan que algunas de estas bacterias podrían haber viajado ya a Marte. Si fuese así, podrían estar colonizando el planeta con vida ahora mismo, incluso si no la hubo en el pasado. Luego, cuando vayan seres humanos e investiguen, encontrarán vida. Y será vida marciana, pero de origen terrestre. También se sospecha que podrían existir bacterias de origen marciano adaptadas ya a su ambiente.

También se cree que, en un remoto pasado, masas de Marte pudieron viajar a la Tierra mediante explosiones de volcanes o colisiones que trajeron esas masas hasta la Tierra. Si se había creado vida en Marte, esta llegó a la Tierra a través del espacio. Conclusión: podríamos ser marcianos, o una mezcla de marcianos y terrestres, si aquí ya había vida.

Otros cuerpos del sistema solar, como las lunas Europa de Júpiter o Titán de Saturno, podrían albergar vida, pero también podría la vida terrestre de las sondas enviadas allí adaptarse a aquellas condiciones. Ambos satélites son muy buenos candidatos para algo así.

La vida se abre camino. Siempre. Quién sabe las consecuencias de este tipo de situaciones. ¿Y si prosperan nuevas formas de vida en esos mundos, cómo serán dentro de diez, cien millones de años? Nadie puede saberlo claro.

Pero una cosa es evidente: cuando se siembra una semilla, termina germinando a veces en situaciones inimaginables. Ese es el poder de la vida y de la evolución. Y ese es el motivo de la enorme diversidad de vida en la Tierra. Y, puede, en muchas otras partes del cosmos.

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Mantenga limpia la galaxia; es de todos