Nota: esta crítica tiene spoilers. Pero tampoco importa demasiado.
Sí, es verdad, lo reconozco: el título es duro, quizás hasta sangrante. Pero es que no puedo evitarlo. Yo no soy un científico. Sí soy un enamorado de la ciencia. Y entiendo que, en el nombre de la ciencia, se puedan montar espectáculos para diversión del público. Pero creo que hay límites para todo. ¿Qué limites? Voy a poner uno solo, el más evidente. Si das un dato científico, y lo machacas mil veces, vas a dejar un reguero de algo peor que la ignorancia: el conocimiento erróneo. Vamos a verlo.

Continuar leyendo «Lucy,o cómo convertir la ciencia en un circo»
Debe estar conectado para enviar un comentario.