La frase de la semana es de… de… ¿Pero cómo se puede uno llamar así? Y eso que tengo familia checa, debería de estar acostumbrado…
Bueno, en serio ahora, la frase de la semana es de Ryszard Kapuscinski (1932-2007), periodista, historiador, y escritor polaco. Su frase es de esas que siempre he llevado conmigo, y que son de aquellas consecuentes y directas para explicar el mundo en el que vivimos.
Mucha gente dice «los medios nos manipulan». Bueno, puede que haya una parte de verdad en eso, aunque habría que ver qué medios, en qué situaciones, y sobre qué contextos. Todo eso es innegable. Cada periódico dirá sus verdades, pero las personas hacemos lo mismo, no lo olvidemos. De todas formas, lo que más me llama la atención de muchas de esas personas, es que luego disponen de un nutrido grupo de fuentes de información propias, que han elegido como únicas y fiables. ¿Esas no manipulan? ¿En base a qué criterio saben cuáles son las que manipulan, y cuáles cuentan la verdad?
Yo se lo diré, según mi muy modesta opinión: la verdad, para muchos individuos, es aquella que en cada momento quieren oír. Por eso triunfan las redes sociales; porque permiten eliminar las fuentes con noticias que no gustan, y rodearse de fuentes con noticias que son acordes con las ideas políticas, sociales, y culturales al pensamiento del individuo. Y, del mismo modo que esas personas se rodean solo de aquello que quieren oír en unos medios concretos y afines a sus idearios, hacen lo mismo con las personas; eligen a aquellas que tienen sus propios pensamientos, su propia forma de pensar, y de actuar.
El resultado, es evidente: esas personas se pasan día y noche escuchando y leyendo lo que quieren oír. De sus medios «no manipulados» y de sus amigos y compañeros «que conocen la verdad». No hay sitio para el debate. No hay sitio para disentir. No hay lugar para escuchar opiniones contrarias. No hay un momento para reflexionar sobre otros puntos de vista. Ese es el mundo que nos hemos construido, y donde muchas personas, no todas por supuesto, viven cómodamente. Un mundo construido exactamente según sus criterios personales. Bienvenidos al pensamiento único.
Me gustaría, desde esta pequeña plataforma, reivindicar el pensamiento libre. La alternativa de ideas. El contraste de opiniones. La posibilidad de escuchar otras ideas, otros caminos, otras alternativas. Me gustaría, en definitiva, que tendamos más puentes de diálogo, y menos muros para sordos. Que podamos tener nuestras opiniones, pero que entendamos que cerrar las puertas a todo aquello que no nos gusta es solo un camino para la radicalización y el color único.
La información es negocio, no cabe duda. Pero la opinión y las ideas han de ser libres. Si queremos progresar, tendremos que dar ese salto necesario hacia la comprensión de los demás. En un marco democrático y de respeto a los derechos humanos, por supuesto. Pero siempre, siempre, dialogar. No cerremos puertas a otras ideas. O acabaremos creyendo que nuestras ideas son las únicas que existen. Y habremos matado la diversidad que tanto es necesaria. Hoy, y siempre.
Gracias, Ryszard, eres un grande entre grandes.
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