¡Windows es el mejor! ¡Mac es caro! ¡Linux es gratuito! Estas son algunas de las muchas frases que constantemente se oyen sobre el mundo de los sistemas operativos para ordenadores. ¿Cuál defiendo yo personalmente? La respuesta corta: los tres. La respuesta larga: depende para qué uso y necesidades, y presupuesto, se planteen. Los tres darán hoy día un magnífico servicio a un usuario medio. Pero cada uno tiene ciertos aspectos que atraen a ciertos profesionales, en función de lo que necesiten.
La conclusión es: el mejor sistema operativo será el que dé mejor servicio a un usuario en concreto. Como todo en la vida, hay que huir de ideas preconcebidas y maniqueas, de estereotipos, y de prejuicios. Vamos a verlo a continuación.

Hablando de hardware.
Hace no tantos años el mundo se dividía en dos plataformas hardware: ordenadores de sobremesa, y portátiles. Los portátiles durante bastante tiempo eran más caros y menos potentes, pero en los últimos quince años han aparecido portátiles fantásticos a precios asequibles, que evitan tener esas pantallas grandes y esas feas cajas en el suelo o en la mesa.
Entonces, ¿por qué se siguen vendiendo ordenadores de sobremesa? En realidad la venta de este tipo de ordenadores ha bajado mucho. La gente que quiere un ordenador compra un portátil. Hace poco compré un portatil por menos de 450 euros que estaba en una de las muchas ofertas que se pueden encontrar, con ocho gigas de RAM y una buena pantalla Full HD, con disco SSD de 256 gigas. Y para muchas tareas, que no sean juegos potentes, es más que suficiente. De hecho, e 70-80% de los usuarios que requieran de un ordenador tendrán suficiente con algo así. Como llevan Windows integrado, es simplemente arrancar y ponerse a trabajar. Cómodo y fácil.

Ordenadores de sobremesa.
Los que compramos ordenadores de sobremesa actualmente lo hacemos sobre todo por dos razones: videojuegos, donde se requieren esas enormes tarjetas gráficas que son tan potentes de Nvidia Y AMD, y para desarrollo de software de todo tipo. También para diseño gráfico. En estos casos una pantalla de 24 pulgadas o más es muy conveniente.
Yo personalmente trabajo desarrollando aplicaciones virtuales y juegos en 3D, con dos pantallas de 27 pulgadas con el sobremesa. Ello me permite acelerar mi trabajo de forma notable a un precio bastante asequible. Porque, y ahí está la gracias, un sobremesa dispone de gráficas más potentes que sus equivalentes en portátiles, a precios razonables según lo que queramos conseguir.
Además, el teclado extendido de calidad, y un buen ratón, son sinónimo de mejor rendimiento. Por ello, los desarrolladores solemos tender a tener un sobremesa en una caja grande de tipo «Gaming», capaz de tener la potencia para gestionar la CPU y unas gráficas que consumen realmente bastante energía.
Todo ello se puede también hacer en un portátil claro. Pero no es lo mismo, ni el rendimiento, ni los resultados. Y trabajar a toda velocidad con dos pantallas de 27 pulgadas es muy productivo.
Los Mac, ese mundo misterioso, y caro.
¿Y los Mac? Son otro mundo. Mucha gente dice que son muy caros. Sí, son caros, qué duda cabe, pero se siguen vendiendo, y de hecho el mercado mundial de Mac es del orden del 12%, aunque hay países donde llega al 20%. En otros es testimonial su presencia. De todas formas en el tren cada vez veo más portátiles Mac, y no voy precisamente en el Ave área VIP, sino en un tren de ganado donde parece que nos llevan al matadero.

¿Por qué hay gente que compra Mac? Bueno, algunos porque desarrollan software específico para Mac. Por ejemplo, los programas para el iPhone y el iPad se tienen que compilar en un Mac. Mucha gente intenta hacerlo desde un ordenador Windows, pero no se puede. Se requiere una herramienta, XCode, que solo existe para Mac. Este es mi caso, no podemos trabajar desarrollando para iPhone y iPad sin un Mac.
Otro tipo de profesionales destacan sus pantallas de calidad y su software de edición, sea de vídeo o de audio. Los Mac llevan su propio sistema operativo basado en Unix (no confundir con Linux) y hay gente que aprecia este detalle.
El dibujante de algunas de las portadas de mis libros, un veterano diseñador, preguntó hace tiempo a una comunidad de su grupo qué ordenador comprar para dibujar y diseñar, que tuviese una pantalla de calidad que dé buenas respuestas en iluminación y colores reales (imprescindible para los diseñadores) y un buen rendimiento. La mayoría le aconsejaron Mac. ¿Por qué?
Porque la suma de un ordenador relativamente potente y una pantalla de calidad daba prácticamente el mismo precio que un Mac de 27 pulgadas. Este usuario está encantado con su Mac, y sin duda en los años que lo viene usando le ha sacado un rendimiento excelente. Conozco otros casos de diseñadores y fotógrafos con la misma historia. Sí, podrían trabajar con Windows, claro, pero han optado por Mac y se sienten satisfechos. Por eso digo que las elecciones no son tan sencillas como parecen hacernos creer algunos. Las composiciones que ven ustedes de mis libros, o en la cabecera de este blog y en las ilustraciones de los libros, están todas hechas con el Mac.

Todos funcionan, se trata de buscar la opción idónea.
En cualquier caso, tanto con PCs como con Mac se puede trabajar, y la elección dependerá de las necesidades y los gustos de cada uno. Nadie se equivoca por comprar uno u otro, cada cual sabe lo que necesita, y si no lo sabe puede consultar a un experto.
Todos los sistemas son buenos, y todos dan lo que necesitamos, es una cuestión de gustos, preferencias, y en algunos casos sí es mejor uno que otro para ciertas tareas. Yo mismo necesito para algunas cosas Windows, y para otras Mac. Y voy saltando de silla en silla como un conejo feliz. Hay veces que, mientras uno de los ordenadores va haciendo algo, me pongo en el otro, y luego al revés. ¿Es divertido? No. Es trabajo. Por eso no me planteo si es mejor uno u otro; necesito ambos, y con eso vivo.

Esa experiencia diaria de trabajar con los dos sistemas a la vez me ha permitido ver que ambos sistemas son geniales, pero cada uno tiene sus ventajas y desventajas, como todo en la vida. Como digo, si quiero programar para iPad y iPhone necesito un Mac, de ahí que tenga uno. Y me siento muy satisfecho.
Linux, una opción totalmente recomendable para quien quiera otro estilo.
Ambos ordenadores, Mac y PC, pueden tener instalado Linux, el tercer sistema operativo en discordia, junto a Windows y MacOS. ¿Por qué hay gente que alaba tanto a Linux? Como siempre, tienen sus razones. Y, como siempre, todo depende para qué quiera usarse, y los gustos personales de cada uno.
¿Uso yo Linux? De nuevo: sí, uso Linux. ¿Por qué? Porque empecé en los ochenta con un sistema parecido llamado Unix, y luego pasé a Linux, que uso para tareas que revisten cierta complejidad, y que tienen herramientas muy potentes. De todas formas, como los Mac llevan Unix, y como muchos programas de Linux se pueden compilar en Mac, y usarlos en Mac, cada vez uso más el Mac para ir sustituyendo el Linux. Pero, como digo, esa es mi opción. Linux es un grandísimo sistema, como comentaré enseguida.
Hablando de software.
Y aquí entramos en el punto principal. El software del ordenador.

Windows.
Qué decir de Windows. Fue una revolución en su momento, sobre todo viniendo del famoso MS-DOS. Muchas recordarán el Windows 3.0, que fue el primero que realmente tuvo un éxito importante. Y luego el Windows 3.1, que se metió en todas partes. No era un sistema operativo, sino una capa por encima de ese sistema llamado MS-DOS, de tan gratos recuerdos. Luego llegó Windows 95 y fue una revolución.
Actualmente, Windows 10 sigue con cierto caos en sus actualizaciones, pero en general se puede decir que es un buen sistema operativo. ¿Para quién? En realidad, para todo el mundo. Es el estándar de facto, y tiene tanto software creado que siempre encontraremos lo que necesitemos, del programa más sencillo al más complejo.
Recomendado para: todo el mundo.
MacOS.
Me molesta a veces cómo se nos suele atacar a los usuarios de Mac, llamándonos «iZombies», o diciendo que somos tontos por comprar Macs. Lo siento, otros puede que quieran presumir, pero yo no. Yo lo hago por trabajo. Y la gente que veo con portátiles Mac en el tren no me parece que vayan presumiendo. Van metidos en sus teclados haciendo sus tareas, no van diciendo «hey amigo, tengo un Mac, soy guay».
Puede que en el pasado hubiera más de esa imagen de «ser diferente» que la propia Apple cultivaba, pero incluso así los que usamos Mac lo hacemos porque da respuesta a nuestras necesidades.
Linux.
Linux lo usamos todos, pero no nos damos cuenta. La inmensa mayoría de servidores de Internet usan Linux. Así que, en cierto modo, se puede decir que es el sistema operativo más importante del mundo. También se usa para investigación, desarrollo, plataformas especiales, y es el sistema base en Android. Así que, cuando le digan que Linux es testimonial, que acaben la frase: lo es en ordenadores finales para clientes.
Ahí sí: en ordenadores para uso diario tiene poca presencia. Ha habido iniciativas de empresas y entidades de dotar a sus ordenadores con Linux, pero muchas han vuelto a Windows. Mucha gente no se adapta, y lo he visto no una, sino varias veces. La gente vuelve a Windows, porque se sienten cómodos y porque todo funciona en Windows.

Sin embargo, distribuciones de Linux como Ubuntu y otras dotan al sistema de todo cuanto se necesita para la vida diaria. Eso es cierto. También lo es que, si hay algún problema, enseguida se recurre a la «consola», y aquí la gente se pierde completamente, y es lógico. Y luego el juego aquel para el niño o la niña que tanto le gusta no está en Linux. Sí, hay otros, pero no ese. Conclusión, vuelta a Windows.
Sé que habrá gente que no estará de acuerdo, pero les lanzo una pregunta: ¿cuántos años vamos oyendo aquello de «este año es el año de Linux»? Muchos, muchos años. Pero no despega. Además, hay cientos, miles de «distros» y peleas que distan mucho de ese clima de paz y amor que tanto se quiere dar. El propio Linus Torvalds no ha dado una imagen realmente buena en los últimos años. Tendría que haber más unidad, y no tanta dispersión, porque la unidad hace fuerte a la comunidad. Pero parece que se produce el efecto contrario, y va a más.
Conclusión: use lo que le dé la gana, y disfrute.

Así que, visto lo visto, todos los sistemas nos dan lo que necesitamos, pero tenemos que saber qué necesitamos. Windows estará bien para la inmensa mayoría. Mac para quienes lo necesitan y/o simplemente les gusta ese entorno. Y Linux para los que quieren un control absoluto del sistema, y una plataforma estable y abierta, además de gratuito.
Todos son buenos, y todos dan muy buen resultado en sus contextos y áreas.
Por cierto, mucha gente está dejando de tener ordenador en casa. Tienen tablets y teléfonos móviles, y con eso se bastan. Lo complementan con una consola para jugar. Así que el PC en ese caso no es necesario.
¿Podemos vivir solo con iOS o Android? ¿O con Chrome OS? ¿Cuál es mejor? De esto hablaré en la próxima entrega de tecnología. Muchas gracias.
Dicen los entendidos que Linux es mejor pero yo sigo con Windows que es lo que conozco desde siempre 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Claro, como ocurre en muchos casos, Windows te da servicio y lo conoces, te funciona bien y tiene todo lo que necesitas. Por lo tanto, cambiar a Linux no tiene sentido. Linux no es mejor, es distinto, y va mejor para algunas cosas, si no las necesitas, con Windows estás completamente servida en tus requerimientos. Saludos y gracias por comentar.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Más vale malo conocido que bueno por conocer 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues yo tuve que actualizar mi PC (no me sirve una portátil para mi trabajo) y venía con Windows 10 de fábrica. Me pareció tan intrusivo y sobrecargado que me pasé a Linux Mint (total, muchas de las aplicaciones que usaba en mi PC anterior eran GNU y con versiones para Linux). MUCHO MEJOR. Es más estable, no tengo que rebuscar las configuraciones básicas, me gusta más el sistema de búsqueda de archivos, y un largo etc. Y lo más importante: no me da la lata con las actualizaciones. Eso sí: creo que hace falta un buen nivel de inglés, ya que, cuando hay que buscar información sobre algo en Internet (por ejemplo, cómo limpiar kernels viejos o cómo manejar ciertos programas que requieren el uso de la terminal), la mayoría de la información está en ese idioma. Aclaro también que no uso la PC para los juegos y que no necesito programas de Adobe (como Photoshop).
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ciertamente Windows 10 viene con gran cantidad de «bloatware», es decir, software intrusivo, aunque últimamente parte se puede desinstalar. El problema es que los fabricantes también añaden gran cantidad de este software instrusivo. Los que conocemos ciertos trucos podemos desinstalarlo, pero el usuario medio no entiende estos términos técnicos. Habla de «kernel», mucha gente simplemente no conocen este tipo de términos, lo que les lleva a desesperarse cuando en un entorno Linux se encuentran con esta jerga técnica. De ahí que muchos decidan volver a Windows. La conclusión es clara: Linux es un fantástico sistema operativo, pero como comento en el texto requiere de ciertas acciones que no son adecuadas a usuarios estándar, mucho menos si hay que entrar en la terminal. Por lo demás evidentemente la potencia de Linux para hacer cualquier cosa es colosal. Muchas gracias por sus palabras.
Me gustaMe gusta
Pues la verdad, yo tampoco sabía qué carajo era un kernel hasta que decidí pasarme de Windows 10 a Linux Mint. Peeeeero… tengo la rara costumbre de leer manuales y preguntar cosas a quienes saben más que yo 😀 Ahora que tengo todo bien configurado en la PC, me limito a trabajar con ella y ya. Cero problemas. Me da que nunca voy a volver con Microsoft. Y parte del dinero que ahorraré en el futuro lo donaré a los desarrolladores de Linux y los programas GNU 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona