Ya he hablado en otras ocasiones de que las redes sociales no me gustan. Tienen aspectos positivos, pero los negativos se están convirtiendo en un catalizador de los peores elementos de la humanidad. Y tengo un conflicto importante intentando valorar si los aspectos positivos implican razonar que merezca soportar los negativos.
Un ejemplo rápido: el domingo decidí cambiar el nombre de la página del Facebook de “La cocina de Sócrates” a “La leyenda de Darwan”, para homogeneizar los nombres. Para mi sorpresa, Facebook me ha negado esa posibilidad, porque puede ¿confundir? al lector.

Continuar leyendo «Si hoy cedes algo de libertad, mañana la perderás para siempre»
Debe estar conectado para enviar un comentario.