Único testigo, cuando vives entre mundos

Hay actores que trabajan bien en su papel. Algunos quedan encasillados en personajes. Y algunos viven de un solo personaje toda la vida. Eso no es malo, en absoluto. Pero siempre he admirado a aquellos actores que pueden cambiar el registro de un papel al siguiente. Actores y actrices que se transforman, y que en una película igual están rodando una comedia o un drama, haciendo de un personaje poderoso, y luego actúan como un pobre vagabundo ignorante.

¿Ejemplos? Voy a poner alguno:

unicotestigo
Escena de «Único testigo»

  • Anthony Quinn. Trabaja como un poderoso Papa en «Las sandalias del pescador», y como un pobre ignorante, no tan ignorante, en «El secreto de Santa Vitoria». ¿No conoce «El secreto de Santa Vitoria»? No se la pierda. Una película poco conocida, con una de las mejores actuaciones de Anthony Quinn. Quizás Anthony Quinn sea el actor más camaleónico de la historia. Quizás.
  • Nicole Kidman. Pasar de rodar «Los otros» a «Mouline Rouge» deja claro que esta maravillosa actriz puede hacer cualquier papel. Tiene altibajos es cierto, pero es una actriz de primera.
  • Charlize Theron. Otra mujer que puede hacer cualquier papel. En «Pactar con el diablo» con Al Pacino y Keanu Reeves, se vio a una Charlize que me sorprendió. Fue la primera vez que la veía en escena, y su trasformación a lo largo de la película es espectacular. La película en sí no es nada especial, pero su actuación, a mi modo de entender, sí lo es. Eclipsar a Reeves o al mismo Pacino no es nada fácil.
  • Kelly McGillis: la dura y seductora instructora de la película «Top Gun», donde hace un papel arquetípico clásico perfecto para jóvenes llenos de pasión, pasa luego a demostrar que puede trabajar en papeles dramáticos fabulosos, y eso lo hace en «Único testigo», una obra impresionante donde su papel de mujer de una comunidad Amish simplemente es impresionante.
  • Harrison Ford. En fin, qué decir de uno de los mejores actores de todos los tiempos. Da igual el papel que haga Ford, siempre tiene su firma, su estilo, y hace que la película sume enteros solo con su presencia. Pasar de «Indiana Jones» al papel de un oscuro policía en «Único testigo», y su química con la anterior nombrada, Kelly McGillis, es magistral.

Hay muchísimos más actores aquí, me estoy dejando a toda una generación de antes de la segunda guerra mundial, y de la postguerra. Pero creo que la idea está clara.

Por cierto, en «Único testigo» un elemento central son los Amish, un grupo, o mejor podríamos decir un conjunto de grupos religiosos con una base común, pero que cada comunidad expresa de distintas formas. Mayoritariamente descendientes de alemanes y suizos, aunque también de otras comunidades, siguen viviendo, tecnológicamente, en el siglo XIX.

¿Y culturalmente? Podríamos situarlos entre los siglos XVI a XVIII. Curiosamente, aunque viven descartando todo tipo de elementos modernos, como la electricidad y los automóviles, sí admiten ciertos elementos modernos en sus vidas. Por ejemplo, pueden usar electricidad, pero solo a pequeña escala y potencia. La electricidad facilita la vida, y eso envilece al ser humano. Yo creo que el ser humano es vil por naturaleza, y ni un transformador del tamaño de un edificio va a a quitar o añadir un gramo de vileza a la especie humana, pero voy a respetar sus ideas, como procuro hacer siempre. Siendo granjeros y agricultores, curiosamente han adaptado las novedosas biotecnologías que procuran mejores cosechas. Al parecer eso no envilece al ser humano, y oiga, podemos vivir con ideas del siglo XVIII, pero hay que dar de comer a toda la población. Me encanta esa dualidad humana de tomar o rechazar las cosas en función de los intereses más inmediatos y urgentes.

«Único testigo» es una película donde dos grandes actores como son Harrison Ford y Kelly McGillis nos introducen en un asesinato, pero esa es solo la excusa para llevarnos al mundo de los Amish y sus costumbres. Como ocurre siempre, el cine distorsiona la realidad, porque, entre otras cosas, cada población Amish tiene sus reglas, y no existe un órgano director de todas ellas. De hecho entre algunas existen rencillas que impiden el contacto mutuo. Entre otras se llevan bien porque hay que mezclar genes. Son poblaciones pequeñas y es necesario respetar las reglas de Dios, pero también las de la naturaleza de la genética, evitando la endogamia en la medida de lo posible. Que una cosa es vivir con ideas fraguadas siglos atrás, y otra muy distinta ignorar los problemas que se pueden derivar de ignorar la buena mezcla de genes.

La mayoría de los Amish reniega de la vida moderna, pero no tendrán ningún inconveniente, en general, en acudir a hospitales, y a las tecnologías más modernas, para curar enfermedades diversas. El problema es que procuran retrasar tratamientos hasta que la enfermedad es evidente, y eso complica mucho las cosas. Aplican remedios naturales, que son efectivos en situaciones cotidianas, pero no cuando las cosas se complican. También usan, en algunos casos, paneles solares. Es curioso ver una mente del siglo XVIII usando tecnología del siglo XXI porque es compatible con su propia versión de la Biblia (tienen prohibido leer biblias en inglés).

Visualizar «Único testigo» no va a ser un camino perfecto para conocer a los Amish, pero nos va a dar una imagen relativamente clara y cercana de esta cultura, que vive mayoritariamente en Pensilvania, y está formada por entre 400.000 y 500.000 miembros. No se sabe el número exacto porque no están censados. También nos permite ver a dos grandes actores trabajando en un papel dramático con actuaciones de primera. El guión no es más que la excusa y el camino para acercarnos a los Amish. Por cierto, la tasa de mortalidad de niños Amish es muy superior a la media, por evitar los tratamientos médicos como he comentado antes, así como por no vacunarlos.

unicotestigo2
Escena de «Único testigo»

Hoy día es muy popular hablar de un «neoecologismo» en el que debemos renunciar a todo lo que sea moderno, y volver a «tiempos mejores». ¿Tiempos mejores? ¿Cuáles? ¿Los de la Edad Media? Estas gentes proponen un mundo ecológico con una producción propia. ¿El resultado? No es necesario esperar a verlo. Tenemos a aproximadamente medio millón de personas viviendo así, entre los Amish.

En una época en que la ciencia y la tecnología se demonizan, la respuesta es ver a una madre con un hijo muerto en los brazos por no haberlo llevado al médico a tiempo. Eso, en mi opinión, no es neoecologísmo. Eso es una monstruosidad. Que la ciencia y la tecnología no son perfectas ya lo sabemos. ¿Lo son métodos los métodos naturales? No solo no lo son; provocan tasas de muertes muy superiores.

Yo no digo que no se deban usar métodos naturales siempre que el problema sea leve. Pero el médico es quien debe atendernos, especialmente a los pequeños, cuando es necesario. Porque los niños no pueden tomar decisiones, y ante la duda, debe quedar siempre clara una cosa: su salud, y su vida, es lo primero, por encima de razonamientos filosóficos, religiosos, o sociales. Entender otra cosa es condenar la vida de inocentes.

Busquemos y construyamos un neocologismo nuevo, por supuesto que sí. Vivamos con armonía con la naturaleza, por supuesto. Cuidemos la Tierra, sus ecosistemas, el cambio climático, toda vida en este mundo. Hagámoslo. Pero racionalmente. Usando la tecnología y la ciencia. Porque usted puede creer en Dios, lo cual es muy respetable. Pero usted y yo sabemos que Dios no va a bajar a solucionarnos los problemas que nosotros mismos nos hemos creado. Lo tendremos que hacer nosotros.

Nadie bajará de los cielos, ni dioses, ni marcianos, a sacarnos de nuestros problemas. Es hora de actuar por la Tierra, claro que sí. Pero con sentido común, con ciencia, y con conciencia.

Mientras tanto, podremos seguir disfrutando del cine, y de «Único testigo». El cine nos muestra una realidad incompleta, es cierto, pero es el primer paso para descubrir mundos insospechados y emocionantes. Como el de los Amish.

Vaya desde aquí mi total respeto a su cultura, su historia, y sus creencias. Porque, al final, ellos son los valedores de las mismas, y un ser humano sin valores es mucho peor que otro cuyos valores pueden ser antiguos; pero si son puros y sinceros, siempre serán un camino. Y un camino es lo que necesitamos para seguir adelante. En la vida, y en el cumplimiento de nuestros sueños.

 

 

 

Autor: Fenrir

Amateur writer, I like aviation, movies, beer, and a good talk about anything that concerns the human being. Current status: Deceased.

A %d blogueros les gusta esto: