Dentro de lo que se conoce como rock progresivo de los años setenta, uno de los grupos más rompedores y avanzados fue sin duda Emerson, Lake & Palmer (ELP). Con su sonido contundente, especialmente con el de aquellos maravillosos sintetizadores analógicos, ELP consiguieron un sonido nuevo y directo, con una energía que solo aquella tecnología podía dar.
Famosos fueron los teclados como el Mini Moog, que era monofónico, y que no tenía ni un solo chip digital en su interior. Todo el sonido nacía de la circuitería analógica, que generaba osciladores de onda que luego eran pasados por filtros analógicos, para conseguir aquel sonido tan especial y fantástico. Yo pude ver alguno en mis tiempos de juventud. Actualmente son un tesoro del coleccionismo.
Esta pieza que traigo aquí, «C’est La Vie» (es la vida), desde luego es especial, con una profundidad que, de nuevo, se consigue gracias a aquel sonido analógico. Ahora existen simuladores del Mini Moog, pero por supuesto, no es el sonido que daban aquellos cacharros llenos de una tecnología superada, es cierto, pero que marcó época, y abrió puertas a nuevas formas de expresión musical. Fantástico Keith Emerson en esta pieza, que nos dejó en 2016, al igual que Greg Lake, que también falleció en 2016, pero que vivirán siempre en la historia de la música.
Una obra maestra, que merece la pena escucharse en silencio y con calma.