Configurando los distintos rostros de Dios

Hablar de religión es un tema siempre controvertido. Aquellos que no creemos en fuerzas externas, en dioses, ni en religiones, solemos ser acusados de fríos, de no tener sensibilidad ni espiritualidad. No es cierto. Yo tengo una espiritualidad, pero no es de naturaleza divina, ni teológica, ni metafísica, sino basada en la razón y la ciencia. No se debe generalizar cuando se habla de religión, dicen.

Tal como los religiosos reclaman que no se generalice cuando se trata de juzgar las religiones, yo pido que no se generalice cuando se trata de juzgar a aquellos que hemos optado por explicar el origen del universo, y la naturaleza humana, sin acudir a la religión. Respeto para todos. También para aquellos que queremos encontrar otros caminos filosóficos y espirituales para el ser humano.

Yo me declaro humanista. Y creo que la humanidad tiene una misión, que no es encontrar a Dios, sino encontrarse a sí misma. Dar razón y sentido a una existencia que no la tiene, porque solo dando sentido a la existencia esta se convierte en un camino. «El viento nunca sopla de forma favorable para quien no sabe a qué puerto dirigirse» dijo alguien. Y tenía mucha razón.

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Comenzaré diciendo que no soy creyente, aunque toda mi vida he vivido rodeado de gente que sí lo es. No hice la comunión, y con siete años me negué en redondo a llevar a cabo ese rito, en el colegio religioso al que iba, lo cual me produjo algunos problemas importantes con otros alumnos y profesores. Pero conseguí mi objetivo: mi primer éxito en la vida, por el que tuve que pagar un alto precio. Pero me siento satisfecho de aquello. Algunos están dispuestos a morir por su fe. Yo lo estoy por defender mis ideas.

De hecho, la inmensa mayoría de la humanidad cree en algún tipo de divinidad, claro que no todas las divinidades son iguales. En cualquier caso, mi respeto por las creencias religiosas siempre ha sido claro, dejando solo un aspecto clave para mí: respeta igualmente mi derecho a no creer en dioses superiores. Y no te creas superior por creer en dioses frente a mí, como yo no me creeré superior por no creer en dioses frente a ti. Eso es todo lo que pido.

Voy entonces a argumentar ciertos razonamientos sobre aspectos de la mística y la teología que siempre me han confundido, y quien crea que no lo hago con respeto, que lo diga. Pero no encontrará aquí más que razonamientos y argumentos lógicos. Son esos argumentos los que quiero que se rebatan en pie de igualdad, con razonamientos teológicos que puedan convencerme. No los he encontrado hasta el día de hoy. Si un día alguien me da un solo argumento teológico que pueda convencerme, sin duda creeré en Dios. Hasta entonces, creeré en el ser humano, y en la lógica, como las herramientas para explicar el universo.

Visto lo visto, vamos a empezar. El otro día una encuesta en Estados Unidos preguntaba a los encuestados cómo era el rostro de Dios. Todos dieron su opinión, que se empleó para crear un modelo por ordenador de la cara del Creador. Claro que, dependiendo de las ideas políticas y sociales, ese rostro cambiaba ligeramente. Los conservadores lo ven más viejo y fuerte, los demócratas más africano y joven.

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El rostro de Dios según los estadounidenses

Claro, ante este planteamiento, yo me he preguntado: ¿cuál es el verdadero rostro de Dios? ¿Y si fuese una mujer? ¿Y si fuese negra? ¿Una mujer negra creó el universo? ¿Por qué no? ¿Qué razones tenemos para pensar que Dios tenga rostro masculino? Dice la Biblia que «Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza». Luego, al parecer Dios realmente tiene rostro de hombre. Entonces, ¿la mujer no está representada en Dios? Se supone que sí, aunque fue Eva la que pecó, y la que condenó a la humanidad. Recordemos que, durante siglos, muchos consideraron que la mujer, por no tener, no tenía ni alma.

Es decir, solo el hombre iba al cielo o al infierno. Hoy día ciertos sectores de importantes religiones monoteístas siguen creyendo que la mujer no tiene alma. Pero, para demostrar que no solo las religiones han acusado a la mujer de ser inferior, recordemos la frase de Aristóteles: «de la mujer puede decirse que es medio hombre».

Luego, el error de considerar inferior a la mujer no es de naturaleza teológica, sino humana. Es muy probable que muchas acusaciones vertidas hacia la religión tengan una base filosófica y no teológica. Por eso, no debemos nunca generalizar, ni acusar a la fe de muchas cosas de las que no es responsable. Debemos acudir a la fe, y analizarla, desde un punto de vista puro: la existencia de la naturaleza de Dios. Y ese es mi objetivo.

Basándome en esa premisa, otro planteamiento que me hago es el siguiente: ¿Qué debe hacerse con quienes tienen otras creencias distintas a las que procesa un individuo concreto? ¿Y los que creen en dioses diversos, como las nuevas religiones neopaganas que están aflorando en todo el mundo? En Grecia, la antigua religión de la época clásica renace de nuevo, bajo una fuerte resistencia de los representantes cristianos ortodoxos de Grecia. ¿Están equivocados los nuevos creyentes en Zeus, o en Odín?

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Evento que se celebra cada año en Grecia en honor del dios Prometeo, que trajo el fuego al ser humano. Acuden muchos miles de personas, y cada año se incrementa el número

¿Por qué vamos a negarles el derecho a creer en dioses distintos del dios cristiano, o el musulmán, o el judío? ¿De verdad debemos negarles ese derecho? ¿Qué ocurrirá si, un día, el neopaganismo griego vuelve a desarrollarse de forma extensa, y se vuelve a adorar a Zeus, a Atenea, o Artemisa, o Afrodita, o a Odín, o a Freyja? ¿Serán esos los verdaderos dioses entonces?

Quisiera ir más lejos. Al menos, es lo que intento siempre en este blog. Porque, si existe vida inteligente en otros planetas, y esos seres también disponen de su propio sistema de creencias religiosas, ¿qué rostro tendrá Dios para ellos? ¿Hizo Dios al primer extraterrestre a su imagen y semejanza, según su propia versión de su Biblia? Y, si es así, ¿Puede Dios tener a la vez el rostro de un hombre, y de un ser de otro mundo? ¿Ha repetido Dios el acto de la creación del hombre en miles de mundos? ¿Cuál de ellos tiene entonces el rostro de Dios? ¿Son todos esos rostros el verdadero?

Algunos creyentes dirán que sí. Dios lo puede todo. Por ello, puede tener cualquier aspecto. De acuerdo. Entonces, cuando se dice «Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza», ¿quiere ello decir que Dios tiene a la vez el aspecto del hombre, y el del ser de otro mundo, y por lo tanto crea a cada ser según su imagen y semejanza?

De nuevo, la respuesta sería afirmativa, para muchos creyentes. Dios lo puede todo, lo sabe todo, lo conoce todo. Todos los rostros son verdaderos. Pero decir que aspectos contrarios de un argumento son a la vez verdaderos rompe con toda la lógica universal de la filosofía, luego, la explicación de Dios excluye a su vez cualquier explicación  que no sea la propia de Dios, por lo que no es posible explicar nada si no se introduce a Dios. Dios es el Arjé, el Principio Universal, y no se necesita ningún otro principio. Bajo esa premisa, cualquier conocimiento está supeditado a Dios, luego todos los conocimientos deben ser medidos en base a un argumento que refuta ser explicado excepto por su propio principio, y ese principio es Dios. Es un razonamiento circular que no termina nunca de definir sus términos.

Otro dilema. Dios nos dio libre albedrío. Podemos tomar decisiones por nosotros mismos. Por otro lado, si Dios es todopoderoso, entonces sabe lo que vamos a hacer a lo largo de nuestras vidas. Sabe si vamos a salvar o no nuestra alma, desde el momento de nacer, porque lo sabe todo. ¿Para qué darnos entonces libre albedrío, si ya sabe si vamos a ir al infierno o al cielo? Recordemos que Dios lo sabe todo, luego sabe lo que vamos a hacer.

Por otro lado, si Dios nos dio libre albedrío, y efectivamente no sabe cómo vamos a gestionar nuestra vida, y, por lo tanto, no sabe si al final iremos al cielo o al infierno, entonces ello significa que no lo sabe todo. Y, si no lo sabe todo, no es todopoderoso. ¿O es todopoderoso para todo, excepto para saber qué decisiones vamos a tomar? Y, si no sabe eso, ¿puede ocurrir que no sepa otras cosas? ¿Por qué un ser humano tiene la cualidad de tomar decisiones que están fuera del dominio de Dios? ¿Cómo puede un ser todopoderoso crear una criatura que realiza acciones que ese Dios desconoce? Deja entonces de ser Todopoderoso, porque su propio acto de creación del libre albedrío demuestra que su poder no es infinito.

Otra pregunta: ¿es Dios capaz de crear un ser que, en algún aspecto, sea superior al mismo Dios? Se supone que sí, porque lo puede todo. Y si Dios es capaz de crear un ser superior a Él mismo, ¿no entra esto en contradicción con la idea de que Dios es todopoderoso y no puede haber nada por encima de Él? Y si Dios no puede crear un ser superior a Él mismo, ¿significa eso que, realmente, Dios no lo puede todo?

Otra cosa que me planteo es que Dios dice siempre que digamos la verdad. También dice que debemos creer en Él. Si yo digo que no creo en Dios, estoy diciendo la verdad. Pero  entonces estoy faltando a Dios porque no creo en él. Si digo que creo en Dios, entonces estoy cumpliendo su voluntad de que debemos creer en Él, pero entonces no estoy diciendo la verdad, es decir, estoy incumpliendo la palabra de Dios. ¿Cómo puedo solucionar esta paradoja? ¿Cómo puedo servir a Dios, y cumplir sus leyes, y a la vez no faltar a la verdad?

Seguimos. Dicen que Dios creó al hombre, pero, ¿por qué tardó tanto? La vida empezó en la Tierra hace 3.500 millones de años. El ser humano llegó en el último millón de años. Algunos comentan que es una forma de interpretar la Biblia, o, en general, que se trata de interpretar la Biblia. Si la Biblia puede ser interpretada, ¿cuál es la interpretación correcta? ¿Qué aspectos de la Biblia son literales, y cuáles son susceptibles de interpretación para amoldar sus ideas a las del conocimiento que hoy tenemos de la Tierra y del universo? ¿Por qué se debía interpretar la Biblia de forma directa hace mil años, y ahora es susceptible de ser interpretada? ¿Por qué la Iglesia aceptó que es el Sol y no la Tierra el centro del sistema solar? Si antes estaban equivocados en este argumento, ¿por qué no vamos a razonar que otros argumentos también sean incorrectos, y deban ser modificados?

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Solo una civilización jactanciosa, orgullosa y atrevida puede llegar a creer que es la cumbre de la evolución, y que está sola en el universo como obra suprema de algún dios

Sigamos. ¿Qué ocurriría si, un día, una sociedad extraterrestre con un fuerte fanatismo religioso llegase aquí, y nos dijese que somos adoradores de un dios falso, y que debemos adorar a su dios único y verdadero, cuyo rostro es el de esos extraterrestres? ¿Cómo reaccionarían las principales religiones de la Tierra? ¿Y los fanáticos religiosos de la Tierra? ¿Declararían una Guerra Santa contra los extraterrestres para luchar por la preservación de sus creencias y sus libros religiosos?

Podría seguir, y quizás más adelante escriba una segunda parte, con otros aspectos y detalles del significado de Dios y de su existencia, la cual niego taxativamente. Creo que el ser humano es el único que podrá salvarse de su propio caos y destrucción. Creo que el ser humano es capaz de superar cualquier barrera, pero deberá hacerlo de forma orgánica y acorde a principios básicos de lo que le hace humano. Y creo que el ser humano está destinado, si sabe evolucionar de forma coherente a esa inteligencia que dice que tiene, a cumplir metas grandiosas. Todo ello, si busca los caminos y las sendas adecuados.

Y, en ese camino, Dios no vendrá a ayudar a nadie. Seremos nosotros, como seres humanos, los responsables del éxito o fracaso de nuestro futuro. Escondernos bajo la sombra de un Dios todopoderoso puede calmar a algunos, pero ciertamente no a mí. Y creo que debemos explorar posibilidades futuras, trabajando, con nuestras manos, y con nuestra mente. Solo así crearemos un futuro mejor para todos.

Y tendremos una posibilidad de sobrevivir. Pero solo una; la vida no suele ser magnánima con las oportunidades. Si confiamos en un dios para que nos salve, nada nos salvará de nosotros mismos. Y habremos fracasado. Como civilización. Y como especie. Busquemos caminos. Y confiemos en nosotros mismos, y en nuestras posibilidades. Solo así tendremos un futuro para toda la especie, y para este mundo.


 

Autor: Fenrir

Amateur writer, I like aviation, movies, beer, and a good talk about anything that concerns the human being. Current status: Deceased.

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