Engañar o ser engañado

La frase de la semana nos la trae el escritor Mark Twain (Estados Unidos, 1835-1910). Hombre jovial, rápido con la mente como con la pluma, fue maravillosamente representado en dos capítulos de Star Trek por un actor que hizo un trabajo soberbio.

La frase que nos trae Twain es:

«Es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados».

Una frase muy acertada según vemos en los tiempos actuales. Las corrientes de reflexión, opinión y pensamiento crítico han sido eclipsadas por el pensamiento único, la confrontación con todo lo que no sea el seguimiento fanático de líderes mesiánicos, y una idea realmente escalofriante: que la democracia está en peligro, y, para salvarla, el uso de la fuerza forma parte de una estrategia válida y noble para salvar esa democracia.

Yo personalmente estoy agotado de ver tanta manipulación, tanto esfuerzo por agrandar a mezquinos ignorantes, mientras aquellos que son pensadores brillantes, analistas sensatos, que emplean la razón y la ciencia como instrumentos del conocimiento, son apartados, vilipendiados, ignorados, y expulsados.

Triste es el mundo donde la ignorancia. la ira, y el odio reemplazan al conocimiento, la templanza y el amor. Porque aquellos son el camino para el desastre seguro, de personas, y de naciones. Aquellos que tratamos de promover el conocimiento y el arte nos vemos obligados a callar y a seguir a líderes mesiánicos y elegidos por una supuesta mano divina, a los que debemos adorar y obedecer ciegamente, por cuanto su palabra es la única verdad, y todo lo que no sea su verdad es una completa mentira.

Yo nunca obedeceré a nadie, excepto a la razón, la ciencia, el arte, la cultura, y el conocimiento. Esos son mi camino y mi ruta por este mundo que nos ha tocado vivir. Si he de quedarme solo en ese camino, lo haré. Pero jamás, ni en un millón de años, me someteré a la ignorancia, el odio, la incomprensión, la intolerancia, el fanatismo, el racismo, la xenofobia, o el sexismo.

Seguiré luchando en silencio en este pequeño blog que poco a poco palidece y se extingue. Pero que seguirá luchando por dar voz a la mente, a la lógica, y a la filosofía de la razón y el arte. Mientras me queden fuerzas.

Es este un barco desvencijado y viejo en estos tiempos que corren, es cierto. Pero es un barco que navega por el mundo del pensamiento y el arte. Y esa es mi ruta. Lo ha sido ayer, y lo será, para siempre.