Estaba visitando las estadísticas de este blog, que en general se encontraban entre las 300 y 350 visitas diarias. Desde hace unas semanas esas visitas han caído de forma clara, y ahora están entre las 170 y 230. ¿Por qué esa caída brusca repentina? ¿Ya no interesan los 1.200 artículos del blog? ¿Una maniobra del comunismo extremista que lo acecha todo para destruirme? ¿Alguien ha publicado mi cara en Internet y han huido todos?
No. La respuesta, como siempre ocurre, es mucho más sencilla. Google ha cambiado el algoritmo de búsqueda, y los efectos son evidentes: se ha potenciado a las páginas webs, aún más, que dan dinero a Google para situarse en las primeras posiciones. Y nos ha dejado a quienes hablamos de ciencia, cultura y el arte con una mano delante, y otra mano detrás. Qué sorpresa. Qué originalidad en la historia de la humanidad…
Tengo varios termómetros para analizar estas situaciones sobre lecturas, subidas y bajadas. Uno de los más directos es el artículo que escribí sobre el avión F-14 Tomcat. Hasta hace poco aparecía en la primera página, en tercera, cuarta, quinta posición. Ahora aparece en la tercera página, abajo. ¿Por qué?
Porque mi artículo del F-14 no vende nada. Solo informa sobre la historia del avión. Y eso no da dinero. Lo que sí da dinero son las páginas que venden libros, maquetas, y otros elementos del F-14. Por lo tanto, Google, que quiere dinerito fresco y sin tapujos, pone a esas páginas en primer lugar. «Yo te doy las primeras posiciones, y tú me das unos billetes preciosos«.
¿Lo ven? ¿De qué sirve escribir sobre historia, arte, cultura, ciencia? ¿Para qué vamos a esforzarnos en intentar transmitir algo de cultura y conocimiento, si las empresas que podrían hacer que ese conocimiento llegue al público nos entierra por un puñado de dólares?
Mi reacción ahora debería ser «al diablo, lo dejo, y me voy a dedicar a mis hobbies, pasando de todo y de todos«.

Esto les está ocurriendo a otros blogs, y solo hay que ver en Bloguers.net cómo desaparecen blogs muy interesantes porque las páginas en cuestión no reciben apoyo. Yo tampoco recibo apoyos de ningún tipo, jamás he ganado un euro por mi trabajo aquí, ni lo ganaré nunca.
Y eso que yo también he de comer, pero la cultura, como decía mi padre, es para progres de izquierdas, rojos y comunistas anarquistas que pretenden ganarse la vida escribiendo y pintando. Los hombres de verdad estudian ciencias, ingenierías o cosas similares, y dejan esas tonterías de la literatura para los inútiles.
Desde ese punto de vista, yo soy el más débil de todos. Por eso me fui de casa con dieciocho años, fue una de las razones. Fue duro. Y lo pagué. Pero era lo que tenía que hacer.
Yo seguiré adelante con este blog, porque quiero combatir a Google con las únicas armas que tengo y poseo: el conocimiento, la cultura, la información, y la letra. Ese es mi poder. Y nadie me lo quitará, excepto la muerte o una enfermedad grave.
Así que, cuando usted busque algo en Google, recuerde: Google no le está mostrando lo que usted busca; le está mostrando lo que puede darle dinero a ellos y a sus amigos. Es usted un simple producto que debe ser sometido a la presión necesaria para que suelte su dinero y se lo dé a empresas que no tienen ningún problema en hundir la cultura, el conocimiento, la cultura, y el arte en general.
Y quede claro que esto no me ocurre a mí, porque sea mejor o peor. Es algo generalizado. Hunden nuestras páginas, y solo podremos ser visibles poniendo el dinero encima de la mesa. Y un mundo que niega la cultura y el conocimiento es un mundo encaminado al desastre.
«Don’t be evil» (no seas malvado) era el lema de Google. Qué tiempos aquellos. Tendremos que volver a organizar encuentros secretos en criptas ocultas donde podamos hablar de ciencia, literatura y arte a escondidas de las grandes empresas, para evitar que nos vendan sus productos cada cinco minutos. Y lo haremos. Porque la palabra prevalecerá. El conocimiento y el arte prevalecerán.
Lo contrario es desaparecer. Y vamos a hacer todo lo necesario, todo lo posible, para evitarlo. Muchas gracias.

Tiene lógica tu argumento y creo que a la mayoría le está pasando pero ahí que seguir luchando para no morir en el intento. Que fino que compartas pensamientos de Mafalda en mis post me gusta también añadirla.
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Hola Sisi, efectivamente, hay que seguir luchando hasta el final. Porque al final solo nos queda la palabra, y nadie nos la podrá quitar. Mafalda forma parte de mi vida, crecí con sus libritos, y siguen sin duda siendo tan actuales como entonces en los sesenta y setenta. Saludos y muchas gracias.
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Me ha parecido una muy buena reflexión. Google cada día se lo pone más difícil a los blogs gratuitos y se lo pone más fácil a los que pagan. Buen blog!
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¡Muchas gracias! Efectivamente, lo tenemos difícil para destacar frente al dólar. La única solución, seguir trabajando intentando creat material que pueda ser de interés del lector. ¡Saludos!
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