Vaya vaya, llevaba yo tiempo sin criticar a Elon Musk. Ya notaba yo unas sudoraciones frías, y el médico no sabía por qué era. Y era porque, de nuevo, el señor Musk ve cómo sus discursos encendidos, y su fanfarria rockera con miles de entusiastas se diluye como un terrón de azúcar en agua. ¿Qué ha ocurrido esta vez? ¿Por qué al señor Musk le han vuelto a adelantar sin que se entere de lo que está pasando? Tiene un nombre: Virgin Galactic. Y una respuesta: el trabajo bien hecho. Con calma, con dedicación, y sin grandes discursos.
Ya apartaron de la dirección de SpaceX al señor Musk. Luego lo hicieron de la empresa de automóviles Tesla. Y luego se dedicó a poner tweets que le costaron una multa importante, y la crítica de miles de entusiastas, que ven cómo su ídolo sabe imaginar grandes escenarios de futuro, pero no sabe llevarlos a cabo.

El problema con imaginar futuros es que todos podemos hacerlo. Incluso yo podría algún día escribir una novela de ciencia ficción, e imaginarme situaciones futuras de todo tipo. Pero, por mucho que escribiese, seguiría siendo ciencia ficción, es decir, un mundo irreal, algo que solo existe en un papel de un libro. Transformar esa ficción en realidad, eso ya es otra cosa. Ahí es donde aparecen grandes hombres y mujeres dispuestos a convertir esos sueños en realidades. Esos son los grandes héroes de la historia. Pero solo les falta un detalle: que sus palabras se conviertan en hechos. Si no es así, seguirán siendo simples escritores de ciencia ficción, contando historias más o menos interesantes y sin restarles mérito por ello, que lo tiene, pero lo que cuentan es ficción al fin y al cabo.
Mucha gente tenía puestas sus esperanzas en Elon Musk. En otoño de 2018 debía lanzar a dos turistas a la Luna, que la iban a circunnavegar, para luego volver a la Tierra. En 2024 iba a estar a punto el cohete para ir a Marte. Esa cápsula para la Luna ni siquiera ha comenzado las pruebas, y ahora solo se mandará a un turista, que irá solo, sin tripulación. El cohete a Marte es solo un dibujo y un vídeo espectacular de cien seres humanos yendo a Marte, que se terraforma para permitir la vida como si fuese la Tierra. Todo existe solo, de momento, en la imaginación de Elon Musk y sus fieles. Ciencia ficción. Pura ciencia ficción, nada más.
Mientras tanto, otros adelantan a Elon Musk. La NASA, con el proyecto Orión, ha hecho ya abundantes pruebas de la cápsula para ir a Marte, con un lanzamiento incluido que voló perfectamente al espacio. También se han ensayado reentradas en numerosas ocasiones para probar la seguridad de la nave. Porque, mientras el lema de Elon Musk es que «hay que estar dispuesto a morir por el proyecto», el lema de la NASA es «la seguridad de nuestros hombres y mujeres es lo primero». Hay una pequeña diferencia entre ambas filosofías.
Ahora, Virgin Galactic, otra empresa que quiere convertir el espacio en turismo, ha logrado llevar su nave espacial VSS Unity al espacio exterior. Lo han hecho tras perder hace cuatro años a dos pilotos, es decir, han pagado un precio ya muy alto por este proyecto. Pero de aquel desastre tomaron datos, extrajeron conclusiones, y no se amilanaron.
En Virgin Galactic comprendieron que no se pueden dar pasos posteriores si los anteriores no están bien afianzados, y que la conquista del espacio es algo tremendamente peligroso. Ahora, gracias a ello, y a hablar menos y hacer más, su nave está casi lista para empezar a viajar al espacio. Más de 600 personas han pagado unos 220000 dólares cada uno para el viaje.
¿Le parece caro? Lo es, sin duda. También era muy caro viajar en avión a principios del siglo XX. Y ahora los billetes son a veces casi regalados. El espacio no será distinto, se lo aseguro. Nuestros hijos, y sobre todo nuestros nietos, irán al espacio como nosotros vamos a comprar guitarras a Nueva York. Bueno, algunos compramos guitarras, otros comprarán otras cosas claro. Pero el viaje en sí es en lo que menos pensamos. Eso mismo pasará con el espacio.
Bienvenidos a la era del turismo espacial. El espacio, la última frontera, como decían en la serie Star Trek, está ahora más cerca. ¿Qué será lo próximo? Colonizar la Luna y Marte. Salir de la Tierra, sin abandonarla, pero repartiendo las cartas de la vida humana en otros mundos, en estaciones espaciales, en naves espaciales. Porque un solo asteroide que cayese sobre la Tierra barrería a la humanidad para siempre. Luego, parece obvio que no nos podemos jugar el futuro de la humanidad a una carta. Ahora tendremos una nueva oportunidad. Que la aprovechemos, y cómo, eso será otro cantar.
Echen un vistazo al vídeo, se lo recomiendo. Es simplemente impresionante. Nos vemos en las estrellas.
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