Por la presente, se le considera a usted obsoleto

El mundo es un lugar de paso, eso es algo que aprendemos desde que tenemos uso de razón. Y cómo pasamos por el mundo es algo que depende en parte de nosotros, pero también de la sociedad en la que vivimos. No es lo mismo la Esparta del siglo V antes de Cristo, que  la Europa del siglo XXI. Algunos valores de aquellas sociedades antiguas eran muy interesantes, otras eran bastante o muy duras. La vida nunca fue fácil para quienes pasamos por ella intentando sacar lo mejor de nosotros mismos, antes o ahora.

En la sociedad actual, la rapidez, la inmediatez, la velocidad, lo es todo. Y los que ya estamos en nuestra recta final somos vistos muchas veces como fósiles prehistóricos. No es algo generalizado por supuesto; pero persiste una idea en la actualidad: un artículo de una semana es historia. Una canción con un mes es un clásico. Y un ser humano en su recta final de la vida es un ser obsoleto e inservible.

¿La prueba? Salgamos fuera, y veamos cómo se llenan los geriátricos de gente que nadie quiere. Si un ser humano es capaz de abandonar a sus padres, a sus abuelos, en un geriátrico, muchas veces simplemente para que no moleste, para que no estorbe, ¿qué sociedad estamos construyendo? ¿Qué mensaje mandan esos padres a sus hijos? Un mensaje muy claro:

«Hijo, el día que yo esté obsoleto y moleste, harás lo mismo conmigo».

astrobio
Tenemos tan poco tiempo en esta vida, y tantas cosas por explorar

Esto me está pasando a mí actualmente en mi vida laboral. Tras más de tres décadas de intensa actividad profesional, durante las últimas semanas he sido oficialmente declarado «obsoleto». Un tren en vía muerta que ya solo sirve para transportar algo de mercancía. Una sombra de lo que fui en el pasado. ¿Los signos para reconocerlo? Son muy fáciles de detectar: cursos a los que ya no asisto. Jóvenes que acaban de entrar y ya me superan en actividad y responsabilidades. Pero lo peor, lo más duro, son esas miradas de indiferencia, de que pasas por delante de tus superiores, y sientes no un desprecio, que eso al menos sería algo; lo que sientes es que sienten una absoluta indiferencia. Soy invisible para ellos.

Pero cuidado, yo tengo suerte. A muchos en mi estado simplemente les dan una carta, y los mandan a la calle de una patada con una sonrisa. Con una prejubilación, o jubilación adelantada. Yo, sin embargo, puedo estar contento. Me dejan estar en mi silla, en mi mesa, y me dan las migajas que no quiere nadie. Soy un pequeño auxiliar para las cosas nimias que otros que han llegado mucho después ni se molestan en mirar.

¿Y cómo me siento yo? Bueno, evidentemente no estoy saltando de alegría. Pero mi deber es aguantar y seguir adelante, soportando la indiferencia y la ignominia de verme reducido a un viejo armario. No puedo simplemente dar un portazo, porque tengo que comer y vivir, y mi dignidad es importante, pero sobrevivir lo es más. Por lo tanto, procuraré tomarme las cosas con calma, dejar que pase el tiempo, y que el viejo barquero Caronte venga un día a recogerme, y a sacarme de este agujero. Es importante llevar la moneda de plata por supuesto. Por eso debo ser responsable y seguir siendo el viejo mueble en el que me he convertido.

Otra cosa es mi vida fuera de esas paredes. Ahí, afortunadamente, las cosas son muy distintas. De entrada tengo este blog, que será modesto y sencillo, pero del que me siento muy orgulloso, porque lo he creado yo, y, mejor o peor, es un elemento fundamental en mi vida. Este blog es el compendio de los pensamientos y reflexiones de toda una vida, y es algo que espero dejar como herencia a generaciones posteriores, para aquellos pocos que gustan de leer y reflexionar. A veces encontrarán tedio. Pero a veces encontrarán artículos que puedan ser de su interés, incluso alguno que pueda ayudar a alguien a aclarar conceptos sobre la vida y el universo. Si es así, mi vida, como tal, habrá merecido la pena.

No todas las empresas consideran que sus empleados mayores son obsoletos e inútiles, pero sí suele ser bastante habitual. El otro día hablaba de cómo la empresa europea Airbus se ha convertido en una competencia real para el gigante Boeing. Pues bien, nadie apostaba por Airbus, y mucho menos cuando decidieron que su equipo de ingenieros jefe serían hombres y mujeres de edad. ¿Por qué decidieron eso? Porque su filosofía es contraria a la de Boeing. En Boeing se prima la juventud, y las nuevas ideas. Y eso está bien. Pero las nuevas ideas deben recibir el tamiz de la experiencia. Y eso solo pueden darlo los profesionales con experiencia.

Por eso Airbus triunfó; porque supo combinar el entusiasmo de los jóvenes con la riqueza de matices y la profundidad de los profesionales experimentados. ¿No es esa una gran combinación? Yo creo que sí. Y Airbus es un ejemplo de cómo se puede conseguir.

Tampoco me ha ayudado a que me convierta en un mueble viejo mi personalidad. Soy considerado «rarito» y «antisocial» por mis superiores, que piensan que tengo demasiados pajaritos en la cabeza. Es posible que tengan bastante razón en eso, no lo voy a negar.

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Ay de las almas que sufren el Hades que surge del Hades

Pero esos pajaritos también me han ayudado muchas veces a encontrar soluciones innovadoras. Recuerdo un ejemplo hace tres décadas, con una multinacional, cuya herramienta usé para el desarrollo de un sistema que sorprendió a los propios ingenieros que la habían diseñado. Y no es que yo ahora quiera echarme flores ni nada parecido; en absoluto, estoy contando algo que sucedió, y que fue real, y no voy a dar datos concretos porque no merece la pena, pero si alguien quiere más detalles puedo explicarle todos los aspectos de ingeniería que estuvieron implicados.

Y me siento orgulloso de ello, por supuesto. Esa herramienta se usó durante muchos años para permitir el funcionamiento de aquella multinacional, y nunca tuvo ningún problema significativo.

También he dado clases en la universidad a postgrados, he hackeado algún que otro ordenador por diversión y sin provocar daños, y he sido adjunto a dirección general en una empresa de trescientas personas, gestionando una delegación con empresas multinacionales con las que trataba de tú a tú.

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Las bibliotecas son esos lugares donde siguen encontrando refugio aquellos que no encuentran refugio en ningún lugar

Cuando me tratan de obsoleto, debo por lo tanto reconocer que mis éxitos son pasados y se llenan de telarañas. Pero, ¿soy realmente obsoleto? No lo creo. No me van a convencer de ello. Ni ahora. Ni nunca.

Tengo, fuera del ámbito de mi trabajo, dos proyectos personales. Uno es terminar la saga Aesir-Vanir por supuesto. El otro, bueno, ese lo dejo de lado porque no voy a marearles con historias; baste decir que es un proyecto de ingeniería informática con el que estoy muy ilusionado. Luego todo puede quedar en nada claro, pero eso entra dentro de los planes de cualquier proyecto.

Lo importante es tener, siempre, algo que hacer entre las manos. Mantenerse ocupado, dispuesto a perseguir nuevos retos. Hoy, mañana, y hasta el último día de nuestras vidas.

Ellos me han declarado obsoleto. Yo me declaro soñador. A ver quién supera eso.


 

Autor: Fenrir

Amateur writer, I like aviation, movies, beer, and a good talk about anything that concerns the human being. Current status: Deceased.

2 opiniones en “Por la presente, se le considera a usted obsoleto”

  1. ojalá que todos en un momento cuando sentimos ya no requeridos, ya estemos con un bagaje grande en nuestro interior para ser autosuficiente en todo. me hizo pensar usted, estos días he luchado por mi secretaria, una señora que trabajó para la empreza ni mucho ni poco 38 años. tiene todos los derechos laborales para seguir en su puesto hasta cumplir 70 años, pero ya es lenta, ya le falla tod, no tiene paciencia con clientes, ni con sus colegas. a ella la quieren mandar a la biblioteca. me convendría tener en su lugra una secretaria jove, preparada, dinamioca, amable, pero no me parece justo que despues que uno pierde las habilidades por la salud, o por la edad, la traten como si fuera una impresora vieja que pasen de una oficina a otra sin poder darle de baja, y a la vez ya no poder aguantar más las fallas que produce: es más un estorbo que ayuda. pero una persona no es una cosa, en ella podemos ver nuestro futuro, y prever, y prevenir, y tomar las medidas a no llegar a esto. eso merece un agradecimiento, porque tambièn es un aprendizaje. les dije que quedo con ella y trataremos de hacer las cosas de mejor manera. sé que no me irá bien, pero al menos le di el aliento, al menos sabre que me apasría si no me cuido como debe ser. hay que dr nuestro apoyo a los que estan delante de nosotros: quiza los que estan dertàs, aprenden y en algun momento no apoyaran a nosotros.

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    1. Y con todo ello demuestra usted una gran humanidad hacia su secretaria. De todas formas lo más importante es la cercanía, el calor humano. No se trata de que una persona siga haciendo un trabajo que ya no puede hacer, a veces las circunstancias cambian; se trata de que se le den oportunidades de hacer aquello que pueda hacer bien con amor, con respeto, y con aliento y calor humanos. De ese modo siempre se puede llegar a un entendimiento. Muchas gracias por sus palabras.

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