Explorando esa oscura afición de convertir nuestra mentira en verdad

La frase de la semana nos la trae el filósofo y humanista Immanuel Kant, con una reflexión que creo totalmente necesaria en los tiempos en los que vivimos. En un mundo donde muchos se aprestan en mantenerse en su opinión inamovible, y a creerse sus propias mentiras, debemos explorar el camino para salir de esa trampa que todos nos hemos creado alguna vez, donde una mentira era nuestra tabla de salvación para ocultar una verdad que nunca querremos reconocer.

En los políticos lo vemos a menudo con la hemeroteca, o bien las redes sociales, donde dicen algo un día, y tiempo después dicen lo contrario. Siempre ajustado a sus intereses oportunistas del momento.

kant

Más allá de eso, al fin y al cabo la actividad principal de un político es la de mentir, y no podemos sorprendernos de que hagan ese trabajo tan bien, lo cierto es que no podemos ser inmovilistas. No podemos entender que debamos fijarnos, y sacrificarnos, a una idea, por muy buena que nos haya parecido, cuando se demuestra que la idea es falsa. O, al menos, que nosotros entendemos como falsa.

Todos hemos dicho cosas de las cuales nos hemos arrepentido. Y rectificar no es solo bueno, sino que es una liberación. Rectificando, y también pidiendo perdón a quien le hayamos negado la razón, si es necesario, podemos crecer como personas. Solo quienes rectifican, quienes entienden que se puede tener un punto de vista distinto sobre cualquier tema, solo entonces podremos evolucionar en nuestro modelo de conducta y del conocimiento.

Pero, ¿y cuando se demuestra que hemos mantenido una opinión sabiendo que era mentira? ¿Y si además nos hemos creído nuestras propias mentiras? Entonces caemos en un juego muy peligroso, del que es muy difícil encontrar salida.

Por todo ello, me gustaría traer aquí una pieza musical del genial, o al menos me lo parece a mí, Joaquín Sabina, donde reconoce que, en su vida, es mentira… bueno, casi todo es una mentira…

En esta canción Sabina nos demuestra lo que podemos llegar a mentir, y cómo confesarnos nos libera. Porque, no lo olvidemos, podemos mentir; pero hay algo peor: creernos nuestras propias mentiras.

Pero, qué diablos, si Sabina escribe una canción para confesar todas esas mentiras, si es capaz de cambiar de opinión para decir la verdad, creo que todos podremos hacer lo mismo.

El cambio es evolución. El cambio nos hace ser mejores. Y mantenernos en una posición inmovilista no nos lleva a nada, cuando sabemos que hemos perdido todas las cartas. Es entonces cuando tenemos que reconocer que hemos perdido, y abrazar la verdad, sea cual sea, nos guste o no.

La verdad es aquello que existe, y que el ser humano ha aprendido a ignorar de forma demasiado sistemática.


P.D.: ustedes dirán ahora qué hago mezclando a Kant con Sabina. Bueno, ambos son filósofos, a su manera… O quizás no es eso; quizás es el riego de mi cabeza, que ya no es el de antes, y empiezo a desvariar.

En cualquier caso, rectifiquemos, por favor. No vivamos eternamente en una mentira que sabemos solo se sostiene por nuestro orgullo y vanidad. No merece la pena. De verdad.

 

 

Autor: Fenrir

Amateur writer, I like aviation, movies, beer, and a good talk about anything that concerns the human being. Current status: Deceased.

2 opiniones en “Explorando esa oscura afición de convertir nuestra mentira en verdad”

  1. Supongo que esto solo vale para lo que es mentira, ya que sino podríamos caer en la famosa frase de Groucho «Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros…· Uf, y si luego tenemos que discernir lo que es verdad y lo que es mentira, lo que merece la pena mantenerte firme o lo que es necesario cambiar de opinión, apaga y vamonos 😎
    Gracias por la reflexión…Saludos!!

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    1. Bueno, verdad y mentira tienen fronteras muy particulares muchas veces, pero existen criterios de lógica y racionalidad aplicables a muchos casos que permiten discernir unas de otras. Es evidente que cada cual tiene una idea de la verdad sobre algo, pero también es verdad que muchos reconocen internamente que se equivocaron en algo, pero mantienen su versión porque no ven políticamente correcto cambiar de opinión. Ese es el mayor peligro. Luego existen ciertos axiomas que deben creerse para poder crear un mundo razonablemente lógico. Algunos incluso sostienen versiones contrarias por razones e intereses particulares. Y eso tiene consecuencias negativas. Saludos y gracias por comentar.

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