Hoy traigo una entrada muy corta, para celebrar que yo, uno de los hombres más tóxicos del universo, buscado y condenado en más de mil sistemas estelares, me he librado de una presencia tóxica que estaba contaminando mi vida desde hacía tiempo.
Cuánto cuesta librarse precisamente de las personas que más daño nos hacen, ¿verdad? Y, sin embargo, cuánto cuesta mantenerse al lado de las personas que queremos y amamos. Son esas las paradojas de la vida. Quizás por eso la vida merece la pena ser vivida: porque no tiene sentido. Si lo tuviese y fuese previsible, ¿se imaginan el aburrimiento?
Algún día explicaré esta historia, y el controvertido asunto de las «personas tóxicas» que antes llamábamos «los pesados de turno». Gentes que solo contaminan nuestras vidas, y lo hacen con una sutileza tal que nos van envenenando sin darnos cuenta. Quizás el querer ser amable y cortés tenga algo que ver con todo esto. Si hubiese sido duro y cortante desde el principio con ciertas actitudes negativas no me habría pasado esto.
Pero bueno, no estoy aquí para contar penas, sino para celebrar algo. Y quiero hacerlo con música, por supuesto. ¿Y qué mejor música para personas que nos destrozan la vida que «Princesa» de Joaquín Sabina? Una pieza musical que nos habla de amores que hieren, que consumen nuestras almas, pero de las que nos podemos librar, porque somos fuertes. Porque somos geniales. Y así debemos sentirnos siempre: geniales.
Ya que, de eso se trata: de ser más fuertes. Cada día, más fuertes. Muchas gracias.
Debe estar conectado para enviar un comentario.