Second Avatar, la nueva revolución de Google

Google lo sabe casi todo de nosotros. Y lo que no sabe lo conocerá dentro de poco tiempo. Nuestros gustos, nuestros sueños, nuestras emociones, todo está integrado en sus sistemas, gracias a la interacción constante que hacemos con sus servicios. Eso incluye las búsquedas, nuestra interacción con otros servicios, incluso el movimiento del ratón da información de qué queremos y cómo lo queremos.

Nada se le escapa a Google, y sus algoritmos de inteligencia artificial son cada vez más sofisticados, para ofrecernos todo ese mundo de oportunidades que ni siquiera nosotros sabemos que necesitamos y anhelamos.

Pero Google es una empresa ambiciosa, y lo ha demostrado muchas veces. Siempre va un paso por delante de los demás, a veces dos pasos. Y ahora nos lo demuestra con su nuevo producto: Second Avatar.

Second Avatar, el avatar que cubre nuestro flanco en la vida.

No siempre estamos de humor para atender las redes sociales. De hecho, muchas veces nos sentimos agotados de tanta interacción virtual. Nos gustaría lanzar a las redes sociales al olvido al menos durante unas horas. Pero muchas personas no pueden, porque dependen de esas interacciones. Sea una dependencia física, o sea porque disponen de líneas de negocio, sobre todo blogs y similares, que requieren que esas redes sociales sean nutridas constantemente.

Hasta ahora se podían crear bots para reemplazar a una persona, parcial o totalmente. Google ha pensado en ir más allá de los clásicos bots. Ha pensado en algo mucho más poderoso, más sofisticado, adaptado a su gigantesca base de datos de emociones, miedos, y anhelos que tienen sobre cada ser humano.

Esa nueva estrategia se llama:

SECOND AVATAR.

Second Avatar es, básicamente, una estructura compuesta por dos elementos clave llamados fases. El primero, la fase uno, consiste en una inteligencia artificial básica, con un modelo psicológico humano en forma de plantilla, que luego, en su segunda fase, se nutre con los datos de cada ser humano. Se le suministra a esa segunda fase nuestras búsquedas, nuestros recuerdos, nuestros pensamientos escritos, y muy importante, nuestras interacciones con otras personas en las redes sociales.

Con todos esos datos, la inteligencia artificial de Second Avatar crea un perfil psicológico y de comportamiento de cada individuo. Es un constructo de nosotros mismos, que se alimenta de toda la experiencia sobre nuestra interacción diaria con las redes. Luego, esa inteligencia artificial pasa a controlar las redes sociales durante el tiempo que estimemos oportuno.

El resultado es, cuando menos, sorprendente y revolucionario: el avatar toma el control de Facebook, Instagram, Twitter, y otras redes, e interactúa con el resto de personas imitando el comportamiento del usuario real de tal forma que muy difícilmente van a descubrir que se trata de un bot.

No se trata de respuestas prefijadas; el avatar conoce las conversaciones anteriores con esa persona, si la ha habido, y genera patrones de respuesta que serán casi imposibles de confundir con una inteligencia artificial. Si la persona es nueva analizará ese perfil para desarrollar una respuesta acorde a las primeras respuestas dadas por el ser humano real.

Consecuencias de Second Avatar.

Yo he estado probando «Second Avatar» en Twitter, y he de confesar que funciona sorprendentemente bien. Es capaz de captar mi estilo de lenguaje y mi modelo de conducta en los tweets y reproducirlo con una fidelidad asombrosa. Durante los últimos dos meses el 95% de los tweets que he puesto en Twitter no son míos, sino los de Second Avatar, así como el 80% de las respuestas.

¿El resultado? Ese tiempo lo estoy dedicando a mis asuntos personales, a seguir trabajando en mi libro, y, en general, a llevar mi vida adelante. Mientras tanto Second Avatar se preocupa de mi presencia en la red, y optimiza los tweets para que la actividad sea la más fructítera posible. No en vano mi rendimiento en Twitter ha subido mucho desde que activé Second Avatar.

El futuro de Second Avatar.

Pero Google no se detiene aquí, por supuesto. Y ya está pensando en nuevas posibilidades. Una de ellas es implementar Second Avatar en WordPress y por supuesto con Blogger, su propio servicio . En blogs donde haya una cierta cantidad de contenido, que permita crear un modelo de conducta, Second Avatar podrá incluir nuevas entradas, tomando como modelo las entradas anteriores. De hecho algunas de las últimas entradas de este blog no son mías, sino de Second Avatar. ¿Alguien lo ha notado? Claro que no: el servicio toma mi modelo psicológico y de comportamiento, y lo reproduce con total fiabilidad.

Y ahora viene la segunda gran pregunta: ¿es esta entrada del autor? ¿O ha sido creada por Second Avatar? ¿Qué es verdadero, y qué es falso?

Porque, tras esa pregunta, viene la primera gran pregunta: ¿llegará un momento en el que Internet sea simplemente un conjunto de avatares hablando e interactuando entre ellos? ¿Qué posición tendrá entonces la autoría como creadores de historias, de narraciones, de ensayos? ¿Podrán jugar a las citas dos avatares? ¿Podrían crear amistades, reforzarlas, romperlas?

Y la pregunta cero es: ¿podrá crear Second Avatar mejores contenidos que los de su autor? Entonces, ¿qué necesidad habrá de que exista el autor?

Este es un tema apasionante, que trataremos en una próxima entrada. De momento, saludos amigos y amigas lectores. ¿O sois avatares? Difícil es de saber…

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Nota: esta entrada ha sido una broma del día de los inocentes. Más información aquí.