Cuando se habla de datos, del tipo que sean, y se mezclan con política, la demagogia suele estar a la orden del día. En España, por ejemplo, cada comunidad autónoma y el gobierno se lanzan datos unos a otros para defender, cada cual, sus intereses particulares y partidistas frente a la necesidad de cuidar y proteger a los ciudadanos, que es lo que deberían hacer.
¿Por qué hablo de demagogia? Lo mejor para demostrar que se está usando la demagogia es contrastar los datos. Por ejemplo, el agricultor Alfa ha cosechado mil manzanas. ¿Eso es mucho o es poco? Habrá que contrastarlo con el resto. Resulta que el agricultor Beta y el Gamma han cosechado diez mil. Ahora queda claro que Alfa ha cosechado poco. Si Beta y Gamma han cosechado doscientas manzanas, resulta que Alfa ha tenido un gran éxito.
Cuando se habla de Covid, no olvidemos la gripe, y las experiencias con este virus.
Se habla actualmente de cifras de 500, 700, 1000 casos de Covid-19 por 100.000 habitantes. ¿Y eso es mucho, o es poco? Vamos a contrastarlo con lo que se entiende por mucho o poco con respecto a otro virus: la gripe.
Noticia de este mismo año, de febrero, en plena época de gripe:
La gripe ha alcanzado los 309 casos por cada 100.000 habitantes en la quinta semana de 2020, la tasa «más alta de los últimos cuatro años», lo cual supone «un reto desde el punto de vista asistencial», según ha anunciado este martes el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.
Fíjese en los datos:
- 309 casos por habitante.
- La tasa más alta de los últimos cuatro años.
- Un reto desde el punto de vista asistencial.
Es decir, se considera, por parte de los profesionales sanitarios, que 309 casos es un valor muy alto, y supone un reto asistencial.
Si usted observa los datos de epidemias de gripe de otros años, verá que valores por encima de los 140-150 casos por 100.000 habitantes se suelen considerar «epidemia». Una epidemia es una pandemia pero localizada a un territorio, de ahí «pan» de pandemia, que en griego significa «todo». Pero ambos conceptos son equivalentes por lo demás.
Visto lo visto, si 309 casos es un valor «muy alto» que supone «un reto asistencial», ¿por qué se está discutiendo la necesidad de tomar medidas con valores de 500, 1000, o incluso más de 1000 afectados de Covid por 100.000 habitantes?
Yo entiendo que hay intereses económicos muy importantes para intentar relajar la situación de los controles, para evitar mayor estrangulamiento de la economía. Lo sé, y lo comparto en parte, porque, por ejemplo, tengo familia directa afectada por esta situación, y usted lo estará viviendo, o conocerá a mucha gente que lo está sufriendo.
Pero tampoco podemos quedarnos en la economía. Los epidemiólogos advierten: si no se toman medidas, las tasas de infección seguirán creciendo, y el sistema sanitario colapsará del todo (porque ya ha colapsado y no una, sino dos veces). Además, las muertes serán de nuevo cifras gigantescas, completamente inaceptables para cualquier sociedad moderna, o que se llame a sí misma moderna.
Yo no entro en los temas políticos concretos, pero sí digo una cosa: por favor: seamos consecuentes, y seamos sensatos. Y entendamos que no se quieren tomar medidas porque sí. Entiendo que haya gente que piense que la idea es acabar con los enemigos políticos. Yo no entro en ese juego. Yo me limito al juego de la vida. Y pido a los políticos, tanto de las comunidades autónomas como del gobierno central, que hagan los deberes, se pongan de acuerdo de una vez, y podamos encontrar soluciones. Las menos malas claro, porque buenas soluciones no hay.
Sé que es difícil. Pero para eso cobran, y me van a perdonar, pero es su trabajo solucionar estas cosas. Que miren a otros países y otros sistemas donde se están tomando medidas que funcionan, y las apliquen aquí adaptándolas, pero haciendo que funcionen.
Finalmente, les dejo con la portada de un periódico que monté hace un tiempo, en junio, y con la advertencia que hice entonces. Se ha cumplido, e incluso me quedé corto en ciertos aspectos. No hay estado de alarma, pero hay un decreto publicado en el BOE de obligado cumplimiento que se le parece mucho. Una pena, de verdad.
Recuerde: cada cifra de muertos, es un ser humano. No es un robot o una cafetera; es un ser humano, con familia, con amigos, con trabajo, con sueños.
Cada muerte evitada es un éxito para todos. Cada fallecimiento es un recordatorio: debemos hacer más para evitar más muertes. Y eso es tarea de los políticos. Y, en última instancia, también tarea de todos. Muchas gracias.
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