Qué original eres, Sheryl

Es miércoles, y esta entrada, que era para la semana pasada, quedó a la espera de mejor momento.  Ahí va.

Lo cierto es que Sheryl Crow puede darnos conciertos intimistas, suaves, de aquellos que notas cómo respiras el mismo aire que los músicos, en un ambiente cercano. Y luego, de pronto, Sheryl nos trae conciertos multitudinarios, llenos de luces y de fuerza. Espectáculo puro para miles de entusiastas que disfrutan en las sombras del poder de su música. Uno sale de este tipo de conciertos multitudinarios caminando sobre las nubes, y esa noche no toca dormir, toca irse con los amigos a un pub, a terminar la velada jugando al billar, hasta ver el Sol amanecer. Qué noches aquellas en las que no pisaba mi cuarto y me iba a trabajar directamente, para escándalo de mi madre.

Bueno, que me estoy desviando. El tema que traigo, «You’re an original» (Eres muy original), nos trae la esencia más pura de Sheryl Crow, con su sonido más clásico, pura fuerza y energía. El tema tiene un elemento fundamental, que es el rift de la guitarra, acompañado por el bajo, que se va repitiendo hasta llegar a los chorus. Ese rift dota al tema de una verdadera personalidad, siendo como parece muy sencillo, pero, como siempre, lo aparentemente sencillo guarda un secreto, que es la implicación que el oyente tiene nada más comenzar los primeros compases.

Un diez para el montaje del vídeo, muy adecuado, y muy bueno para ir contemplando detalles de los músicos, bien combinados con los planos generales. Rock del puro, del de ayer, del de hoy, del de siempre. Solo los grandes músicos saben hacer grande el directo. Y Sheryl reina como nadie en el directo.

Señoras y señores, con ustedes, Sheryl Crow.

Crosby, Stills & Nash en estado puro

El otro día comentaba cómo la música en directo, sin filtros, sin efectos, sin informática, es la que prefiero. Música que nace y se expresa tal cual es, sin aditamentos, sin añadidos artificiales. Porque un artista lo es cuando se expresa puro, desnudo, en el escenario. En comunión directa con los espectadores. Puse un ejemplo con Sheryl Crow.

Hoy me gustaría traer aquí otro ejemplo, de un grupo que quiero y admiro desde hace demasiados años: Crosby, Stills & Nash, un trío de música de folk rock de un estilo puro y directo. En ocasiones otro grande, Neil Young, se ha unido a ellos en algunos conciertos y discos.

Llenar un concierto de dos horas de tres guitarras y tres voces. Nada más. Hay que ser bueno, realmente bueno, para mantener la pasión y la tensión musical con solo tres guitarras y tres voces. Pero ellos lo consiguen con una calidad desbordante y absoluta.

No estoy en contra de los efectos y las luces, pero creo que eso forma más parte de un espectáculo que de música. Para mí, y es mi personal opinión, música es poner a un músico delante de un escenario, con su guitarra como en este caso, y hacer que el público vibre durante una hora o dos horas. Lo demás, bueno, aditamentos, que están bien. Pero a mí denme la máxima pureza por favor. No quiero trucos ni engaños. Ni en la música, ni en la vida. Disfruten de Crosby, Stills & Nash.

 

«Heartbeat away», the Golden Sheryl Crow

El último álbum de Sheryl Crow, «Be Myself», publicado el pasado año 2017, es una vuelta de la cantante y compositora a sus orígenes más puros. Con una música directa, con abundante cuerda, y de un estilo como solo ella puede ofrecernos, Sheryl Crow nos trae un conjunto de temas sin concesiones a la experimentación. Solo rock puro, sin aditivos, ni conservantes. Rock destilado para disfrutar solo o en compañía.

Siempre he amado el directo por encima de cualquier otro tipo de música, y, dentro del directo, siempre he amado especialmente los conciertos en lugares pequeños, donde el contacto con el público es cercano, cálido, y especial. Ese directo donde se pueden leer los ojos de quienes tienes delante, y darles todo lo que se lleva dentro, dejándote la piel para ofrecer rock en estado puro.

Sheryl Crow es capaz de eso, y de mucho más. De su último álbum he elegido este tema, que es sin duda genuino de ese espíritu. Señoras y señores, con ustedes, Sheryl Crow.