Mis tres noches con Calipso: realidad y ficción en Lektu

Hoy solo quiero traer aquí una pequeña nota de agradecimiento a todos los lectores de Lektu que han permitido, con sus lecturas, que «Mis tres noches con Calipso» se haya alzado en la séptima posición global en novela histórica, y en la décima como novela negra.

Lo curioso de esta novela es que tiene una parte que es, básicamente, real. No diré qué parte claro, aunque la lectura ya evidencia que hay elementos que son obviamente ficción. Pero, ¿dónde acaba la realidad y dónde comienza la ficción? No trace una línea demasiado rápido; le aseguro que se podría llevar una sorpresa.

Y es que, para cualquier escritor, nada mejor que la realidad para escribir ficción. Nuestras vidas, nuestros recuerdos, nuestro pasado, nuestras vivencias, son el molde básico y fundamental para crear nuestras novelas y relatos. Para dar forma a nuestros pensamientos y nuestras obsesiones, nuestros sueños y nuestros miedos. Todo ello concentrado en las páginas de esta o aquella novela, de este o aquel relato.

Por lo tanto, a la condición clásica que se especifica siempre para poder escribir mucho: «leer mucho», yo añadiría otra muy importante: vivir mucho.

No tenga miedo a vivir. Si es usted joven, no tenga miedo a vivir. Y, si es mayor, no tenga miedo a haber vivido. O, también, a seguir viviendo. La aventura de la vida no se circunscribe a nuestra juventud, como muchos creen. Toda edad es buena para comenzar una nueva aventura, vivir un nuevo sueño, alcanzar una nueva meta.

De eso va, por supuesto, «Mis tres noches con Calipso». Y de ahí mi agradecimiento infinito a los lectores. Un relato corto, pero intenso, que guarda un secreto importante de mi vida.

Por supuesto, la protagonista de la historia está basada en una mujer real, y persona y personaje están más cerca de lo que podría parecer en un principio. Ella, como yo, amaba la mitología griega con pasión.

Pero eso, como suele decirse, es otra historia.

Les dejo con el enlace gratuito a la obra en Lektu, y también el enlace en Amazon, donde una lectora lo describe así: