Otro ejemplo de marcianos y periodismo especulativo

Hoy vengo con una nueva entrada de «periodismo en el caos», y en este caso, para analizar esta noticia del diario El Mundo. Periodismo amarillo y sensacionalista, con una evidente intención de «clickbait», es decir, de atraer al lector con mentiras evidentes, que luego son convenientemente aclaradas, en el interior.Todo con un claro fin de obtención de publicidad.

Pero vamos a verlo: el titular reza así:

Telescopios a la búsqueda de alienígenas: «No podemos pensar que somos los únicos»

Cuando se pasa al interior de la noticia, podemos leer:

La hipótesis más respaldada por la comunidad científica es que estas ráfagas raras (de energía) son causadas por eventos astrofísicos que tienen lugar a miles de millones de años luz de la Tierra, pero algunos astrónomos no descartan que esas FRB tengan un origen artificial y, como propone Avi Loeb, de la Universidad de Harvard (EEUU), que se trate de rayos de energía utilizados para propulsar naves extraterrestres.

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Estrellas púlsar, o la visión de extraterrestres en 1967

La entrada de hoy sobre astronomía versa sobre los púlsar (pulsating star). La obsesión por ver extraterrestres en cada nuevo descubrimiento astronómico no es nuevo. Las webs se llenan de noticias de «presuntas señales» y otros signos extraterrestres constantemente. La verdad es que empieza a ser obsesivo, ven extraterrestres en cada esquina. Sin embargo, esta obsesión no es nueva, por supuesto.

En 1967 nos desayunamos en las noticias de ciencia con el descubrimiento de una extraña señal que se repetía constantemente. Su precisión era tan alta en el ritmo e intensidad que algunos pensaron que podría ser un radiofaro estelar, como los que permiten a los pilotos guiarse a los aeropuertos. El púlsar fue llamado técnicamente PSR B1919+21.

En realidad, estas señales proceden de estrellas de neutrones. Viejas estrellas con tanta masa que su diámetro se ha reducido hasta quedar compactados sus átomos en neutrones. Una cucharada de café de una estrella de neutrones pesa 100000 toneladas. Lo mismo que un portaaviones nuclear clase Nimitz.

La estrella, al reducir su diámetro, empieza a girar más rápido, como les ocurre a los bailarines cuando cierran los brazos. Su campo electromagnético es enorme, y si giran en el mismo plano en el que se encuentra la Tierra, por cada giro recibimos una señal de la estrella. De ahí esa señal pulsante de estas estrellas.

Es decir, no hay marcianitos. Las estrellas de neutrones tipo púlsar son un ejemplo de cómo un fenómeno totalmente natural puede ser fácilmente confundido con una señal de origen inteligente. No es así.

Eso sí, nadie niega que esas estrellas realmente, por su naturaleza, pudieran servir a viajeros espaciales para llevar a cabo sus vuelos con una navegación precisa, como las señales VOR de la aviación comercial. Pero eso es una simple y divertida especulación, y nada más. Hay que seguir buscando, sí. Pero ser muy, muy cuidadosos con pronunciar la palabra «marcianos». Ellos pueden estar fuera. Pero parece que se esconden. Y muy bien además.

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Esquema de un púlsar y su campo electromagnético y señal

Posible existencia del tetraneutrón

La física está últimamente muy revuelta. Si hace no mucho era el bosón de Higgs, y recientemente las ondas gravitatorias, ahora parece que un antiguo resultado podría llegar a confirmarse. Se trata del tetraneutrón, una partícula creada a partir de cuatro neutrones, que formarían una sola superpartícula, sin necesidad de protones. Existen dos formas de alcanzar este resultado, tal como se explica en el enlace adjunto con gran detalle y de forma muy clara y concisa.

El problema, tal como se indica en ese mismo documento, es que un tetraneutrón, si realmente existe (actualmente está calificado como sigma 4.9, es decir, con una alta probabilidad de que sea real), violaría el principio de exclusión de Pauli, que dice que ningún fermión puede encontrarse en el mismo estado cuántico que otro dentro de un mismo sistema. ¿Qué ocurre entonces? ¿Se da por inválida la existencia del tetraneutrón, y se sugieren otras explicaciones? ¿Se considera que el principio de exclusión de Pauli es incorrecto, al menos en ciertos casos? ¿O existe una tercera explicación no conocida?

El asunto es importante, porque podría desmontar uno de los dogmas que durante décadas ha servido de base a la física. Pero la ciencia no se basa en dogmas, sino en hechos. Si el principio falla, habrá que volver a rediseñar la física, al menos, en lo que a este principio fundamental de la mecánica cuántica se refiere. Veremos cómo termina esta historia, y si se produce una confirmación del tetraneutrón. Las implicaciones de algo así son, ahora mismo, inimaginables.

Ah, alguien preguntaba por ahí si esto sería la materia ordinaria de una estrella de neutrones. No, no tiene nada que ver con las estrellas de neutrones, que están formadas por el colapso de los átomos, generando neutrones a partir de los electrones exteriores y los protones del núcleo. Pero eso, como suele decirse, es otra historia.

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