Hoy, cuando escribo estas líneas, es el Día Internacional de la Mujer, que en este año además tiene a una huelga de mujeres como elemento social y cultural para reivindicar sus derechos. ¿Qué derechos? Básicamente, en muchos casos, empezar a ser tratadas como seres humanos, y no como ganado, que es lo que muchos hombres consideran son las mujeres. Ganado para su uso y servicio personal, a las que pueden despreciar, cuando no perseguir, maltratar, violar, y matar, sin que la sociedad sea consciente de la enorme gravedad de este asunto.
Yo no voy a extenderme, ya he contado alguna vez por qué mi apoyo es total. No solo porque lo crea, sino porque lo he visto directamente. He tenido que ayudar y dar apoyo a mujeres maltratadas, víctimas de violaciones, golpes, vejaciones, y otras barbaridades que prefiero no traer a la mente porque me pongo enfermo, y no tengo edad ya para más crisis nerviosas por estos motivos. Por las noches de vez en cuando aún me despierto angustiado, y mi familia lo sabe bien, porque lo vive a diario.
Hace un par de días en Twitter, el típico machista consideraba que las mujeres no pueden ser bomberos, por ejemplo, porque hace falta músculo, que no tienen. Le contesté que lo que hace falta para ser bombero es cerebro. Por supuesto me dijo que eso era absurdo. Lo es para él, que sabe hablar de músculos, pero no sabe usar su cerebro.
Lo absurdo del asunto es esa frase que dice que el mundo se arregla con músculo. Es falso. El mundo se arregla con cerebro. El músculo solo sirve para recibir órdenes del cerebro, y es el cerebro el que apaga el fuego, el que salva vidas, el que dirige empresas o gobiernos. Por ello, hombres y mujeres están igualmente capacitados para cualquier tarea. Sea la de bombero, astronauta o presidente de gobierno. El mundo no se arregla con la fuerza de los músculos, sino con la lógica de la mente.
Vamos a dar un paso evolutivo como especie, y vamos a empezar a tratar a las mujeres como iguales, con sus derechos y deberes, exactamente los mismos que los de los hombres. Vamos a tomarnos en serio la civilización, y a dejar atrás tanto prejuicio y tanto ataque a personas en función de su sexo.
Vamos a empezar a construir una sociedad mejor, con valores igualitarios, donde ser mujer u hombre sea una simple cuestión biológica, sin que ello tenga que afectar la calidad de vida, ni el futuro personal o profesional de nadie. Nunca, jamás podré entender esas distinciones entre hombre y mujer, y me aterra la cantidad gigantesca de pruebas machistas que constantemente pueden verse en las redes, y en la sociedad en general. Acabar con eso será difícil, pero puede hacerse.
Es una tarea ingente. Pero extremadamente necesaria.

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