Nota: no hay spoilers.
Star Trek es un paraíso. Sí, hay guerras, hay acción, por supuesto. Pero la idea de Gene Roddenberry cuando creó Star Trek era imaginar una sociedad humana donde se han dejado de lado la xenofobia, el racismo, la desigualdad, y se ha abrazado el conocimiento, la cultura, la ciencia, el progreso. Y, sobre todo, el bienestar de la humanidad en su conjunto.
Ese modelo social utópico lo vimos en diferentes series, pero fue en «Star Trek: Espacio Profundo IX» cuando empezamos a ver las primeras fisuras. El capitán de la estación espacial no es un hombre perfecto. No siempre está en manos de la ética ni la moral para solucionar los problemas. Es más, algunas veces se vende al diablo para conseguir sus propósitos.
Por ejemplo, para conseguir que los romulanos se uniesen a la Federación en su lucha contra el Dominio usó documentos falsos fabricados, y colocó, con ayuda de un socio, una bomba que hizo que los romulanos sospechasen del Dominio. Esto provocó que los romulanos dejasen de ser neutrales, y comenzasen a combatir al Dominio. ¿Un mal menor para una causa justa y mayor?
Por no hablar de la «Sección 31», un grupo secreto dentro de la división de Inteligencia de la Flota Estelar, dedicado a cualquier cosa con tal de conseguir sus propósitos. Una especie de CIA o KGB si usted lo quiere, preparados para romper cualquier norma con tal de que la Federación salga beneficiada.
Personalmente aplaudí en su momento esa derivación. ¿Por qué? ¿Porque deseo un mundo corrupto y pervertido? No. Porque el mundo es corrupto y pervertido. Y soy de los que creen que Homo lupus homini est, es decir, el hombre es un lobo para el hombre. También creo que el mundo ha de dejar esas prácticas corruptas. Pero dudo que sea capaz de verse algo así algún día. A lo más que podemos aspirar es a un mundo de derechos y libertades ampliado. Pero, ¿perfecto? Imposible. El ser humano debería cambiar, y donde haya un ser humano, siempre habrá un momento de tentación, perversión, y corrupción.
De esa base parte «Star Trek: Picard». La historia se inicia veinte años después de «Star Trek: la nueva generación», y ve al capitán Picard, ahora almirante retirado, también con veinte años más. Ha pasado el mismo tiempo en el mundo real y en el ficticio.
¿Y qué mundo es ese? Es un mundo donde las caretas y las máscaras han caído. La Federación ha dejado de ser ese lugar y sociedad idílicos, perfecto, donde todo es paz y amor y libertad. Está corrupta. Está podrida en su raíz. Y está manipulada sin que ella misma lo sepa. Picard dejó la Flota Estelar precisamente por ello. Ahora quiere volver, cuando una joven aparece en su casa con una extraña historia que se remonta a veinte años atrás.

Sir Patrick Stewart, el genial actor que interpreta a Picard vuelve en un papel impresionante a sus setenta y nueve años. Sí, los años están ahí, pero el vigor también. Es obvio que no es el de antes, pero es obvio que sigue estando en plena forma. Su papel le sitúa en la antigua casa de su hermano, que murió junto a su sobrino durante los hechos narrados en «Star Trek VII». Picard cuida de sus viñedos, y la aparición de esa misteriosa joven cambiará completamente su vida.

Precisamente esa joven está interpretada por Isabella Camile Briones, más conocida como Isa Briones. Es una joven cuya edad es de solo veintiún años, británica de nacimiento con rasgos orientales, más concretamente filipinos. Hasta este momento no había realizado grandes papeles, y de hecho cuando ella nació acababa de terminar la serie de Star Trek: La nueva generación. Ella comenta en una entrevista que vio la serie, primero para documentarse, pero luego porque se enganchó realmente, sobre todo a partir de la tercera temporada. No me extraña, porque a partir de la tercera temporada la calidad sube enormemente.
¿y la interpretación de esta joven? Bueno, perteneciendo a la escuela de actores británica, ya se puede esperar, en general, que sea buena. Y efectivamente lo es. En los tres capítulos vistos no aparece demasiado, pero sin duda da trazas de ser una actriz con madera. Además, se siente abrumada ante un actor del nivel de Stewart, pero también es cierto que de él puede aprender muchísimas cosas.
Obviamente habrá que esperar al desarrollo posterior de la historia y de su personaje. Que sea tan joven le da poco recorrido y experiencia claro, pero también capacidad de adaptación. Lo que sí es evidente es su agilidad y preparación física para las escenas de acción. O tiene entrenamiento previo, o sin duda dispone de una gran capacidad de aprendizaje para las coreografías de lucha y combate. Yo diría que ambas.

Otro personaje que me encanta es la doctora especialista en robótica, Agnes Jurati. Es inocente y no se entera de nada; solo vive por y para su trabajo. ¿Será realmente tan inocente como parece? ¿O es una máscara para un personaje oscuro escondido en su interior? El personaje lo interpreta Allison Pill, actriz que no necesita hacer un gran esfuerzo para parecer buena, porque tiene un rostro que parece que no ha roto un plato en su vida. Sin duda una gran elección para ese papel. Me gusta mucho ese aire que le da de doctora despistada y experta en su materia.

Cristobal Ríos es otro personaje, interpretado por el actor venezolano Santiago Cabrera. Si quiere una definición de este personaje, es «pícaro». Es el típico capitán independiente y atractivo. ¿Veo lío ya con la doctora Agnes? Veo lío seguro, a este personaje no se le puede dejar solo, tiene que tener uno o veinte romances por lo menos durante la serie. Además, pícaro y chica inocente se lleva mucho en literatura y el cine.

Michelle Hurd es la actriz que interpreta a Raffi Musiker, en muchos aspectos la antítesis de Picard, la conciencia de Picard y de su pasado, y ese personaje que se enfrenta a menudo al personaje principal, creando conflictos emocionales. Michelle tiene cincuenta y tres años, y se nota la experiencia y el rodaje que lleva como actriz profesional. Una mujer de esas que llena la pantalla, que impone, que tiene un fuerte carácter, condiciones necesarias para rivalizar con Patrick Stewart. Ambos hacen un dúo que me está encantando.

Narek es un romulano interpretado por Harry Treadway, y como todos los romulanos tiene una moral muy clara: el beneficio consiste en llevar a cabo los planes de manera directa y efectiva. ¿Y eso es bueno o es malo? Lo verán cuando vean la serie. Eso sí, este es cien por cien romulano, no de provincias, eso está clarísimo.
Aparecerán otros personajes ya conocidos, pero no voy a revelar nada. Lo mejor es que lo vean, y viajen al siglo XXIV, a bordo de la imaginación. Porque no podemos viajar físicamente a las estrellas. Pero para eso tenemos la imaginación, que nos lleva a todas partes, sin límites, y sin condiciones. ¿Qué máquina en el universo puede conseguir tamaña proeza? Espero que les guste, y muchas gracias.
P.D.: ah, qué bueno soy… Después de terminar este texto, he descubierto que, realmente Isa Briones tenía entrenamiento en artes marciales previos al rodaje, tal como me pareció al verla luchar en la serie. Tal como ella comenta:
Original: Speaking to Metro.co.uk at the premiere, Isa declared: ‘Yes, I did [do my own stunts]. I had about a month of training, but I also have a background in martial arts so it felt kind of like coming back to a second nature. ‘I felt like in my body, but it was definitely it was hard work!’
Traducción: Hablando con Metro.co.uk en el estreno, Isa declaró: «Sí, hice [mis propias acrobacias]. Tuve alrededor de un mes de entrenamiento, pero también tengo una formación en artes marciales, así que me sentí como si fuese parte de mi naturaleza. Me sentí como en mi cuerpo, pero definitivamente fue un trabajo duro.
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