Estamos pasando unos tiempos muy duros, sin duda. Confinados en casa, con una situación tremendamente compleja e incierta, esta crisis sanitaria va camino de cambiar muchos aspectos de la vida de muchas personas, y de sociedades enteras.
Afortunadamente, el mundo de la cultura se ha abierto a compartir mucho de su material de manera gratuita, y vemos actos culturales online por todas partes. Y un elemento que puede acompañar a estos tiempos perfectamente es la lectura. Los libros siempre han sido amigos de la soledad, y han hecho que muchas almas desconectadas pudieran enlazar con la mente de autores y sus sueños mediante las obras literarias.
Yo quiero modestamente contribuir a ese proceso, y por ello he ido colocando varios de los libros de la saga, no todos, y otro material diverso, en Lektu. Son libros que están disponibles de forma totalmente gratuita, excepto casos muy concretos, o bien en algún caso «paga si te gusta», que viene a ser un gratuito y solo se paga si se desea.
Nadie tiene que pagarme nada, honesta y sinceramente lo digo. Estos escritos nunca me darán de comer, pero sí han sido una cápsula de escape de momentos muy difíciles en mi vida. Y, en todo caso, aquellos libros que sí tienen un coste, son valores que se pagan más o menos por un café y un croissant.
Para conseguir los libros solo tiene que darse de alta en Lektu, que es completamente gratis. Aprovecho para agradecer a las personas que se han descargado los 254 ejemplares que he ido subiendo en estas tres últimas semanas.
Lea. El virus de la literatura no nos curará el cuerpo. Pero alimentará el alma, y un alma llena de sueños es capaz de soportar casi todos los momentos duros que la vida nos trae. Muchas gracias.
Quiero finalizar con un recuerdo sentido y especial para todos los que están perdiendo seres queridos estos días, especialmente abuelos y otros familiares que se van sin poder ser despedidos por evitar contagios. Es un dolor enorme y terrible que quedará clavado en los corazones de todos para toda la vida. Yo perdí a un ser querido también, a una pequeña, hace muchos años, y no me pude despedir de ella como hubiese querido. Fueron otras circunstancias. Pero el dolor siempre es el mismo. Fue tanto mi dolor que cada noche la recuerdo, y sueño y vivo por ella. Cada día. Cada noche. En cada momento. Pero la vida sigue, y debemos ser fuertes, en el corazón, y en el alma.
Todo esto pasará. Y será una pesadilla. La vida se abrirá camino. Y la esperanza nos envolverá y nos dará la paz que muchos hemos perdido. Y así será. Porque seremos fuertes. Porque nos mantendremos fuertes. Ese es mi deseo.
Cuídense mucho. Cuiden de los suyos. Es todo lo que tenemos. Es todo lo que queremos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.