Hoy vuelvo a la carga contra las editoriales. Qué malo soy. Pero es que me dan motivos para ello. No todas por supuesto, hay editoriales muy honestas y profesionales. Pero muchas son básicamente máquinas de ilusiones, que envuelven con un halo de luz a un despistado escritor, con el fin de obtener un beneficio, y salir corriendo con la famosa frase «si te he visto no me acuerdo».
Hace unos días recibí un correo de la enésima editorial de este tipo: básicamente lo que me venía a decir es «si nos das 750 euros serás un escritor rico y famoso, y el mundo vibrará con tus obras eternas«. Y muchos lo creemos. Porque necesitamos creer. Sobre todo si tenemos entre los 15 y los 25 años, que son las edades más propensas a caer.

La cuestión funciona así: primero te enredan con que tu obra es lo mejor desde el Hamlet de Shakespeare. Luego te dicen que serás famoso y millonario, darás conferencias y charlas, y el premio Planeta te espera. Luego te dicen, en un pequeño apartado, que todos esos sueños solo cuestan 750 euros para pagar tu sueño.
Para mayor confusión, ahora he visto un anuncio en televisión de una lotería que muestra a una madre y su hija, y la madre le dice: «si nos toca publicaremos tu libro». Como si publicar un libro fuese un asunto de que nos tuviese que tocar un premio en metálico.
¿Dónde ha quedado la esencia del escritor, que escribe y solo escribe? ¿Por qué tenemos que aprender marketing, edición, maquetación, corrección estilística, y otras tareas que antes hacían las editoriales, y ahora debemos hacer nosotros?

No. El mundo de la literatura es un caos, ya lo sabemos. No es solo que se publiquen miles y miles de libros de ficción todos los meses. Es que el lector ve tanta oferta que anda más perdido que un político leyendo un libro de ética. Tenemos que entender que las editoriales deben cumplir su objetivo: encargarse de las cuestiones que atañen a las editoriales, como ha sido siempre. No porque estemos en el siglo XXI, y tengamos Internet y correctores ortográficos ellos solo van a hacer lo siguiente:
- Cobrar el dinero al escritor, que suele rondar entre los 500 y 1500 euros, aunque he visto pedir hasta 5000.
- Tomar la portada y el escrito en word, subirlo a su web, y ponerlo a la venta.
- Publicitar el libro a través de unos colegas booktubers y reseñadores que cobran un dinero para que hablen no demasiado mal del libro por lo menos.
- Decirle al escritor que el libro no se vende, y que los derechos de autor se han firmado por 5 años,así que toca esperar a recuperar el libro (suele estar entre los 3 y 7 años).
- Si, por casualidad, el libro vende algo, mejor que mejor para la editorial. Otra cosa será que el autor pueda saber el número real de libros vendidos. Tiene el derecho, pero otra cosa muy distinta es que pueda ejercerlo, y si lo consigue, que consiga datos reales.
- Si se va por abogado, entonces la editorial tendrá que mostrar las ventas reales. Incluso así es posible que puedan alterar los datos, al estilo caja B.
- El joven escritor, porque esto les suele ocurrir a jóvenes escritores cuyos padres ponen el dinero por la ilusión de su hijo, termina tirando la toalla, y dedicándose a otra cosa. Independientemente de la calidad del libro, eso es lo de menos.
Hace años quise montar una especie de cruzada contra estas editoriales. Pero me asocié con una escritora que básicamente era la Capitán Marvel de las escritoras, y quería pasar por la quilla a esas editoriales. Como guerrera destructora de planetas era encantadora, supongo que porque había sido víctima de esta situación, pero para este tema yo quería ser más comedido, y no nos pusimos de acuerdo finalmente en el cometido. No se trata de criminalizar a nadie; pero hay editoriales cuyas actitudes rozan el borde de la legalidad, y atravesando claramente las líneas éticas y morales de cualquier empresa.

La solución pasa por advertir a nuestros amigos escritores de estas situaciones. Y pasa por leer la letra pequeña del contrato. Y no dejarse llevar por el entusiasmo. Nos vienen y nos dicen «qué gran obra has escrito, hemos descubierto al nuevo futuro premio Nobel de literatura«. Y nos lo creemos. Porque necesitamos creerlo. Es muy humano. Y ellos lo saben.
En fin, yo ya soy viejo, me queda poco, y estos consejos se perderán como el resto del blog, de mi obra y escritos. Pero lo que no me gustaría que se perdiese es el mensaje: que debemos cuidar nuestros sueños, sí, pero no venderlos por un precio. El precio es nuestra obra. No el dinero que papá y mamá nos da para cumplirlo.
Sé que la ilusión se desborda en cualquier escritor al poder publicar en una editorial. Pero no arruinemos los sueños de jóvenes escritores a la primera oportunidad. Porque tienen un gran futuro por delante. Y puede que un día llegue una editorial de verdad, y les dé una oportunidad de verdad.
Merece la pena esperar. Por un sueño. Y por intentar hacerlo realidad.

Bueno los consejos hay que escucharlos,
parece las editoras hacen bastante dinero
Supongo hoy en dia hay bastantes modos de publicar gratis,
pero la editorial suena como el lugar correcto
si uno quiere ser un «grande»
no se, tendre cuidado, 750 Euros es un dinero muy
grande para ser desperdiciado.
Es un problema a mencionar ciertamente
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El máximo importe que un escritor ha de pagar por publicar un libro es cero. Por encima de esa cifra se trata de un abuso. Yo acabo de firmar un contrato con una editorial para un nuevo videojuego que estoy desarrollando. El importe que he tenido que pagar ha sido de cero. Ellos se llevarán su comisión claro, pero se encargan de toda la parte de distribución, maquetación etc. Así se trabaja cuando se trabaja en serio. Saludos y gracias por comentar.
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