La frase de la semana nos la trae Richard Feynman, físico eminente, que desarrolló varias ideas portentosas en física, entre ellas la electrodinámica cuántica, por la que ganó el premio Nobel.
La vida de Feynman es apasionante tanto como su trabajo, y su contribución a esclarecer el desastre del transbordador Challenger fue crucial para demostrar la ineptitud de los altos cargos de la NASA en aquellos años. Ineptitud que llevó a la muerte de aquellos astronautas, cuando se podría haber evitado solo con escuchar las críticas de los ingenieros de la época.

Más allá de eso, Feynman era, como lo soy yo, ateo profesional, y no creía en nada, aunque eso a veces lleva a una aparente contradicción: ¿podemos los ateos ser sensibles? ¿Podemos maravillarnos por la naturaleza, podemos sentir emociones, nostalgia? ¿Podemos ser seres espirituales?
Definitivamente, sí podemos ser todas esas cosas. Y es más: quienes amamos la ciencia, podemos comprender la obra de Dios, porque, como bien explica Feynman en la frase que adjunto, Dios es un arquitecto, y un matemático.
Por lo tanto, si queremos comprender la obra de Dios, debemos primero comprender la ciencia que hay detrás de la naturaleza, y, por ello, debemos entender, en última instancia, que es la ciencia la que nos llevará a Dios.
Qué curiosa paradoja: tantos millones de creyentes que reniegan de la ciencia, están, por ello, renegando de la posibilidad de comprender, a través de la ciencia, la maravillosa obra de Dios, que se erige a través de increíbles modelos matemáticos.
La conclusión es evidente: si quieres alcanzar a Dios, primero tendrás que alcanzar a comprender los principios físicos y matemáticos que se encuentran tras la obra de Dios. Si quieres ser un buen creyente, no renegarás de la ciencia; al contrario, serás parte de la misma. Porque la ciencia es el camino más directo a Dios.
Y esto lo escribe un ateo. Imagínese lo que podría llegar a decir un creyente que sea fiel servidor de la ciencia.
Además de la frase, dejo aquí el vídeo que el Instituto de Física Teórica acaba de publicar hace unas horas sobre los diagramas de Feynman. Otra idea apasionante de aquel científico indiscutiblemente loco, indiscutiblemente controvertido, e indiscutiblemente genio entre genios.
Espero que disfruten el vídeo, y muchas gracias.
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