El Universo nos rodea. Ingentes cantidades de maravillosos elementos astronómicos están ahí, cada noche, dispuestos y listos para ser contemplados y disfrutados por niños y mayores.
Además, contemplar el universo nos permite comprender algo muy importante: nuestro lugar en el universo, en una esquina perdida de una estrella perdida de una galaxia perdida. También nos ayuda a entender que, hoy por hoy, la Tierra es todo lo que tenemos. Debemos cuidarla porque no podemos ir a otro sitio.
Descubrir nuestro lugar en el universo nos ayuda a entender lo que somos, de dónde venimos y a dónde podríamos llegar si nos esforzamos
Una de las primeras cosas que los aficionados a la astronomía observan por las noches, aparte por supuesto de la Luna, es la nebulosa de Orión. Se trata de una gigantesca nube (12 años luz de diámetro, 1.500 años luz de distancia) de gas hidrógeno y algunos otros elementos, y cuya configuración genera nuevas estrellas, que luego abandonan la zona, repartiéndose a lo largo de la galaxia.
Es decir, podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la nebulosa de Orión, conocida por los astrónomos como M42 (Objeto del Catálogo Messier 42), es un criadero de estrellas. Las masas de gas comienzan a girar, por efecto de la gravedad, y se concentran en un punto que se va acumulando, hasta que, debido a las altísimas presiones del centro, generan una reacción nuclear del hidrógeno, que genera helio, y con ello, la estrella empieza a brillar.
La particularidad de esta nebulosa es que es visible a ojo desnudo desde la Tierra. Puede verse como una pequeña mancha de luz justo debajo del cinturón de la constelación de Orión, las tres estrellas que en España llamamos «las tres marías» (me confirman que en Argentina también se denominan así). Con unos prismáticos ya es posible ver algunos detalles, y con un telescopio de aficionado podemos observar sus características principales.
Nebulosa de Orión M42
La NASA, que estudia este objeto astronómico entre otras cosas porque nos enseña el origen de nuestra propia estrella, ha tomado imágenes de dos telescopios, las ha unido, y ha creado una representación en vídeo, y en tres dimensiones, de las imágenes bidimensionales. Esto se hace triangulando las posiciones de las estrellas, colocándolas en un sistema 3D, y generando las posiciones relativas de todas ellas, y de las masas de gas que se encuentran a su alrededor. Un vídeo que me ha parecido magnífico, y que nos enseña la estructura que tiene esa gigantesca estructura en el espacio.
Algunos comentarios en el vídeo dicen que es todo mentira, que las imágenes son falsas. A ver, que nos entendamos: claro que son imágenes hechas por ordenador. Nadie ha ido allá a hacer unas fotos con el móvil, y ha vuelto para colgar el vídeo junto a otro de gatitos. La NASA nos ha preparado una recreación basada en imágenes reales, pero el vídeo no es real, solo faltaría. Lo que sí se garantiza es que es una representación bien fiel a la realidad de la nebulosa.
Pero, lo más importante, es soñar con esos mundos, con esas estrellas, e imaginar que, un día, pudiéramos viajar allá. Ese es el secreto de este vídeo, y creo, sinceramente, que merece la pena. Gracias a la NASA por un vídeo corto, intenso, y que nos permite viajar a las estrellas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.