Bueno, basta ya. De verdad. ¿De cuántas maneras hay que decirlo?
Todo empezó el día en el que alguien decidió que la manera de cortar con el cáncer de la sociedad que devora la igualdad, la libertad, el respeto, la tolerancia, tenía un arma secreta: la censura. Y, más concretamente, una censura basada en los derechos y libertades del pueblo.
Fue entonces cuando empezamos a perdernos en las ideas y pensamientos que promueven la censura como arma para combatir la desigualdad. Una censura que consta de diez puntos, que podemos ver a continuación.
La censura libertaria tiene un códice, que dice:
Censura Libertaria: diez puntos de Nuestra Verdad Absoluta.
1.- Todo lo pasado es censurable. Todo lo presente es censurable. Somos jurado, jueces, y verdugos para aplicar esta censura.
2.- Todo lo que no encaja con nuestro modelo de conducta es censurable.
3.- El presente ha de ser censurado para que pueda amoldarse a nuestro modelo de pensamiento y de sociedad a nivel ético, social, cultural, político, religioso, y económico.
4.- Destruir todo aquello del pasado que contravenga nuestras actuales normas creará un futuro perfecto.
5.- Quien no esté de acuerdo con nuestra línea de pensamiento deberá también ser censurado.
6.- Nuestra censura busca proteger la libertad del individuo, que deberá pensar aquello que nosotros queremos que piense; es, por lo tanto, una censura libertaria.
7.- El arte, en todas sus formas, cine, teatro, literatura, escultura, pintura, o cualquier otra expresión, deberá someterse a la censura libertaria. Aquellos que no se sometan deberán ser censurados.
8.- Nosotros, los defensores de la censura libertaria, somos los únicos valedores de la verdad en todas sus formas y expresiones. Por lo tanto, podremos expresar nuestra censura siempre que lo estimemos oportuno y conveniente, con el fin de proteger a la sociedad, que debe tener una sola línea de pensamiento. El resto deberán ser convenientemente censurados.
9.- Toda forma de expresión humana, a todos los niveles, que altere nuestras ideas serán eliminadas.
10.- Piensa lo que yo pienso, actúa como yo actúo, di lo que yo digo, y, sobre todo, censúrate a ti mismo, porque, de lo contrario, nosotros censuraremos tus ideas, tus actos, tu vida.
Este es el mundo del siglo XXI: un mundo donde todo de lo que se habla es de libertad, de expresión cultural y artística, y del individuo como elemento cohesionador de una forma de entender las sociedades como el respeto, precisamente, al individuo. Y donde todo queda sesgado y profanado con el fin de conseguir ese fin.
Lo vemos por todas partes: obras de arte, de literatura, de cine, que se cortan, se despedazan, se modifican, cuando no directamente se prohíben. Toda forma de pensamiento ajena al ideario político establecido debe ser descartado. Y los políticos, artistas, escritores, todos se afanan en mostrar su lado más amable con esa línea de pensamiento.
Porque, al más mínimo descuido, una legión de fanáticos seguidores de la censura y de la libertad como ellos la entienden se lanzarán a cortar la cabeza del individuo, y a censurar su vida, su obra, su pensamiento. En una caza de brujas no tan distinta de la que practicaban los censores del pasado.
Una pena; estamos creando una raza de autómatas programados para pensar solo lo que deben pensar, decir lo que deben decir, y actuar como se espera que actúen. Una nueva raza de seres humanos cuyas mentes están orientadas a una sola idea: si no eres parte de nosotros, entonces estás contra nosotros. Y las consecuencias serán tu destrucción. Como persona, y como elemento social.
Por último, yo le diría a esa sociedad de la censura libertaria lo siguiente: mi libertad no consiste en someterme a tus normas sociales; mi libertad consiste en encontrar un punto de encuentro entre tu libertad y la mía, donde todas las ideas puedan ser discutidas, analizadas, y tenidas en cuenta.
Entonces habremos tendido un puente para el entendimiento. Pero el puente se ha de construir desde ambas orillas. Estoy esperando a ver cómo colocas tu primer ladrillo.
Yo ya he puesto el mío.
Un mundo feliz, tristemente.
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Ciertamente. Aldous Huxley se adelantó a su tiempo, como siempre hacen los grandes escritores de ciencia ficción. Curiosamente un mundo muy similar por el tema Covid se puede leer en «El Sol desnudo» de Isaac Asimov. Todo está escrito. Saludos cordiales.
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Interesante!!! A ver si me hago con él. Gracias! Saludos!
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Comparto lo que escribes de principio a fin, palabra por palabra y en mis modestas posibilidades y de forma inconsciente he aplicado muchos de esos 10 puntos que tú sugieres.
Te pongo un ejemplo:
https://suicidasperezosos.blogspot.com/2017/03/el-final-de-las-dudas.html
Un fuerte abrazo
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