Sheryl: debes temer a la oscuridad

Ya está a la venta el nuevo disco «Threads» de Sheryl Crow, que muchos clamamos como merecedor de uno o dos Grammys por lo menos. Claro, somos fans incondicionales de la artista. Pero, ¿tenemos alguna base para ello?

Yo creo que sí. Aunque Sheryl es compositora, suele hacer versiones, y ahora ha preparado una de «Beware of Darkness» (cuidado con la oscuridad), uno de los temás más emblemáticos y míticos del disco triple de George Harrison, y una verdadera obra maestra. Una pieza de la que me enamoré cuando la escuché por primera vez en aquel lejano 1970, y que me sigue enamorando ahora.

SherylCrow.062317
Sheryl Crow en una imagen reciente

En esta pieza Sheryl toca junto a Brandi Carlile, Sting y Eric Clapton, que se encarga del solo. Se da la curiosidad de que Eric Clapton ya tocó este tema con George Harrison en el concierto por Bangla Desh de 1971.

Sin duda, un nuevo disco gigantesco de Sheryl. Y sigue rechazando mis proposiciones de matrimonio. La vida es dura.

Disfruten de la música, y feliz septiembre.

George Harrison, el beatle silencioso

No es miércoles musical, pero llevo tiempo sin abrir este blog con música, y, sin música, ¿qué sentido tiene la vida? La armonía del universo se creó con música. Y con música se cerrará el último capítulo de la vida.

Cuando el grupo musical The Beatles se separó, todos esperaban que Lennon y McCartney siguiesen adelante con sus carreras en solitario. También se esperaba grandes composiciones del increíble George Harrison, el «beatle silencioso» como se le conocía.

Lo que nadie esperaba es que su primer disco «All things must pass», fuese a ser una obra maestra brutal, demoledora, que consiguió un reconocimiento mundial, llegar al número 1, y obtener un éxito como pocos podrían haber imaginado. Fue la consagración en solitario de un músico cuyas melodías, profundas, oscuras, directas, se clavan en el corazón y en el alma. Letras puras, que hablan del ser humano, de espiritualidad, de la grandeza del ser humano, y de cómo esa grandeza se pierde por incontables agujeros de codicia, de dolor, de guerra, de miseria.

harrison-clapton-11-01-13
George Harrison y Eric Clapton durante el concierto de Bangla Desh

Continuar leyendo «George Harrison, el beatle silencioso»

George Harrison, el beatle espiritual

Es miércoles, hora de traer algo de música a esta nave espacial que es La leyenda de Darwan.

Los de mi generación crecimos con sonidos eléctricos, acústicos, y, por encima de todo, analógicos. Micrófonos con cables gordísimos, amplificadores de válvulas que si se te caían en un pie te lo destrozaban, altavoces más altos que un jugador de basket, baterías de madera y tela, órganos Hammond con un ventilador dando vueltas (el famoso wah-wah), y, sobre todo, guitarras. Muchas guitarras y bajos.

También crecimos con un concierto en la memoria: el concierto de Bangladesh, nación que acababa de nacer en aquel momento tras una guerra con Pakistán, y que sufría una hambruna terrible. George Harrison, amante de toda la cultura oriental, especialmente de la India, organizó el que sería el primer concierto benéfico de la época en 1971. Llamó a varios músicos importantes de entonces, y preparó un concierto multitudinario, que dio lugar a un disco de tres LPs. El dinero fue a parar íntegramente a una asociación para ayudar a Bangladesh, lo que hoy conocemos como una ONG. Entonces no éramos tan modernos. Aunque sí más jóvenes. Y soñadores.

En este vídeo puede verse a George Harrison interpretando «While my guitar gently weeps» (mientras mi guitarra llora), canción de su creación que nació en el impresionante «white LP» de The Beatles, y que aquí interpreta junto a Eric Clapton. Por cierto, Eric Clapton es, para muchos, el guitarrista más grande de la historia. No sabría decirlo, porque hay muchos estilos y grandes guitarristas en la historia, pero es un monstruo de la música, eso sin duda.

Y por cierto, el de la batería es, por supuesto, Ringo Starr, batería de The Beatles. John Lennon y Paul McCartney no estuvieron presentes. Sí estaba presente Billy Preston con su órgano Hammond, y Bob Dylan, entre otros.

Música sin electrónica, sin rayos láser, sin efectos especiales. Solo música. Era increíble lo que aquellos chicos podían hacer. Años maravillosos que quedarán en nuestra memoria para siempre. Nunca te olvidaremos George. Qué grande fuiste.