Telescopio James Webb y la búsqueda de vida

Hace un mes hablé del lanzamiento del telescopio James Webb a una órbita alrededor del punto Lagrange L2, situado a 1,5 millones kilómetros de la Tierra. Puede parecer mucho, pero está a un paso de la Tierra.

Eso sí, esa distancia le permite al telescopio poder observar el universo de una forma mucho más eficiente que el Hubble. Teniendo además unos espejos que, sumados, conforman una superficie mucho mayor que la del Hubble, y teniendo en cuenta los avances y el campo electromagnético que va a observar el James Webb, básicamente el infrarrojo y una parte de la luz visible, podemos decir que este telescopio nos puede deparar grandes descubrimientos.

Telescopio James Webb.

Así que sí, el telescopio ha sido muy caro de construir, y con retrasos considerables. Pero es evidente que el trabajo hecho ha sido soberbio. Recordemos que el Hubble podía ser reparado, y de hecho lo fue por la aberración cromática de su espejo original. En otras palabras: le pusieron gafas correctoras. Eso no podía hacerse con el James Webb. Era jugárselo todo a una carta.

Las imágenes del telescopio Hubble nos han abierto un universo increíble. El James Webb será todavía mucho más sorprendente.

Pero los ingenieros han hecho un trabajo magnífico, absolutamente increíble. Y los amantes de la astronáutica y la astronomía hemos contenido la respiración mientras todos los procesos de puesta a punto del telescopio se llevaban a cabo.

Todo ha salido bien, y el telescopio además podrá, en principio, permanecer en la órbita L2 bastante más tiempo del inicial, gracias al cohete Ariane 5, que hizo un trabajo magnífico también.

Búsqueda de vida en otros planetas, la razón filosófica y científica.

Son muchas las cosas que va investigar el telescopio. Dos de ellas son abrumadoramente interesantes: el origen del universo con el Big Bang, y la que a mí personalmente más me atrae: la búsqueda de vida en otros planetas, los llamados exoplanetas.

Ya hablé hace tiempo de convergencia evolutiva en exobiología. Se entiende por este concepto el hecho de que diferentes organismos, en los mismos nichos ecológicos, bajo las mismas condiciones, desarrollen los mismos parámetros de desarrollo evolutivo. El ejemplo clásico es el tigre de dientes de sable, que no es un tigre pero desarrolló un modelo de conducta y una adaptación compatible con los modernos felinos.

Smilodon (fuente: Wikipedia).

A igualdad de modelos ambientales, tendremos igualdad de modelos evolutivos convergentes.

Esto es aplicable a la vida en otros planetas. Luego, si encontramos planetas parecidos a la Tierra, es de esperar que esos planetas estén poblados por organismos parecidos a los que conocemos en la Tierra. La certeza deviene de haber visto, a lo largo de la historia de la vida en la Tierra, fenómenos de convergencia evolutiva muy evidentes en organismos incluso pertenecientes a ramas evolutivas muy separadas.

Probabilidad de vida en otros mundos similares a la Tierra.

Y aquí viene la gran pregunta: ¿es suficiente con encontrar exoplanetas similares a la Tierra para pensar que puedan tener vida? Aquí hay muchas dificultades que superar. Ya hablé en su momento también de la Ecuación de Drake, que nos intenta dar una aproximación al problema.

Si la Tierra es realmente un caso habitual de desarrollo de vida, podemos deducir inmediatamente dos cosas:

1.- La aparición de vida en la Tierra, un fenómeno conocido como abiogénesis, es algo que debe ocurrir con bastante frecuencia, y, geológicamente hablando, poco después de que el planeta adapte las condiciones iniciales para mantener un ecosistema primitivo.

2.- La aparición de organismos complejos multicelulares parece que requiere mucho más tiempo. Así, no fue hasta la explosión del Cámbrico, hace unos 540 millones de años, es decir, relativamente poco, que comenzaron a aparecer organismos complejos. Pensemos que la mayor parte del tiempo la vida fue unicelular y con estructuras multicelulares sencillas, desde hace unos 3.800 millones de años hasta hace 540 millones de años.

¿Es el paso al punto 2 un modelo a seguir en otros planetas? No lo sabemos. Precisamente observar otros planetas nos va a permitir conocer si somos una rareza, incluso algo único, o si, por el contrario, la galaxia y el universo es un lugar donde florece la vida. Esto lo comenté en el artículo sobre el Factor Lambda en su momento.

James Webb y la observación indirecta de vida.

Todo esto nos lleva al telescopio James Webb, que va a poder observar exoplanetas con un detalle nunca visto antes. ¿Qué va a observar para intentar verificar si hay vida? Varios elementos, pero principalmente tres: las características físicas del planeta, si se encuentra en la zona de habitabilidad de la estrella que orbita, y, muy importante, la composición de la atmósfera del planeta.

Tengamos en cuenta que la atmósfera de un planeta con vida difiere considerablemente de la de un planeta muerto. ¿Un ejemplo? La Tierra. Ese porcentaje del 21% de oxígeno libre, cuando el oxígeno reacciona con gran cantidad de elementos, produciendo óxidos, es un signo evidente de vida. En Marte hay mucho oxígeno, pero en forma de óxidos en la superficie del planeta. La diferencia es, pues, obvia.

Claro que otros gases pueden ser señales de vida. El metano fue habitual en la Tierra primigenia. Recordemos que, si los seres humanos expulsamos metano, es porque tenemos bacterias anaeróbicas que son un remanente y un recuerdo de aquellas que poblaron la Tierra originalmente.

Así que, por curioso que parezca, cada uno de nosotros porta un recuerdo del origen de la Tierra en nuestro interior. Y ese recuerdo es compatible con que sea en el proceso digestivo, precisamente el mecanismo más básico y necesario para sostener la vida.

Pero cuidado: hay que verificar si el metano es generado por causas naturales o biológicas. De esto también se encargará el James Webb mediante los análisis de las atmósferas de los exoplanetas.

Zona de habitabilidad del Sistema Solar. Fuente: Wikipedia.

Mi apuesta personal.

Y aquí viene mi apuesta personal: me he jugado 20 euros (que es lo máximo que me puedo jugar en función de mi paupérrima economía) a que, en un máximo de siete años, el telescopio James Webb tendrá pruebas al 90% de que, al menos uno de los exoplanetas estudiados, tiene vida, aunque esta sea microscópica.

Algunos exoplanetas que se sospecha podrían contener algún tipo de vida

La razón de mi apuesta es que sí creo que la vida sea un fenómeno relativamente habitual. Creo que, visto el ejemplo de la Tierra, y como esta apareció tan temprano, podamos encontrar vida en otros planetas. También por el hecho de ver organismos llamados extremófilos que viven en condiciones que hasta hace poco parecían imposibles para la vida. Incluso hay vida en ciertos puntos del exterior de la Estación Espacial Internacional, algo que parecía imposible. «La vida se abre camino» dicen. Y es verdad.

¿Ganaré la apuesta? ¿Qué se podrá comprar con 20 euros si gano dentro de siete años, al ritmo de inflación al que vamos? Y la pregunta más importante: ¿estaré en este mundo todavía para cobrarlo, si gano? Si no es así, cedo los 20 euros a alguna sociedad que investigue la vida en otros planetas.

Carl Sagan.

Lo cierto es que puedo estar completamente equivocado claro, y que nunca el James Webb encuentre ningún signo de vida. Pero se me hace difícil. Tengo una fuerte impresión de que hay vida hay fuera, y que el James Webb la detectará. Indirectamente claro, pero con una buena certeza.

Ya veremos. Si ocurre, será algo revolucionario en la historia de la humanidad. Porque certificaremos que no estamos solos. Y, si no estamos solos, ¿qué responsabilidad tenemos para con esos mundos, si un día, hipotéticamente, llegásemos a ellos? ¿Vamos a intentar respetarlos? ¿O vamos a arrasarlos, como es costumbre en la especie humana?

Una pregunta compleja, que requeriría otro artículo. De momento, vayamos paso a paso. Ya habrá tiempo de conquistar el universo.

El mero hecho de que exista el ADN es una prueba de la adaptabilidad de la vida a las circunstancias; un programa informático biológico escrito por la evolución natural. Algo así merece la pena ser conservado, estudiado, y buscado en otros mundos.

Autor: Fenrir

Amateur writer, I like aviation, movies, beer, and a good talk about anything that concerns the human being. Current status: Deceased.

Un comentario en “Telescopio James Webb y la búsqueda de vida”

Comentarios cerrados.

A %d blogueros les gusta esto: