Nota: alguien que lleve un tiempo siguiendo el blog dirá: «este hombre tiene cierta obsesión con Sheryl Crow». Y es verdad. Pero, ¿no son las obsesiones las que nos impulsan a seguir adelante, a pesar de las adversidades?
La frase de la semana es, cómo no, de Sheryl Crow, una de las artistas que más admiro (sí, junto a Linda Ronstadt). Mi única pena es que la descubrí tarde, no en vano es una de las artistas más infravaloradas que he conocido nunca. Además de versátil, porque toca muchos estilos en diferentes trabajos, y en todos sabe destacar de una forma increíble.
Sheryl, cantante, compositora, guitarrista, bajista, y pianista, entre otras aptitudes, ha llevado una vida bastante dura, sus éxitos son evidentes pero no su reconocimiento, algo que los que somos seguidores no nos explicamos. Muchos expertos se preguntan cómo piezas como «Run baby, run» y otras han pasado por las radios sin casi mención, y sin destacar. Eso no significa que no haya tenido éxito, pero comedido y muy por debajo de su figura como artista.
Sheryl fue «telonera» (artista que toca antes de un artista principal) de Michael Jackson durante una gira a finales de los ochenta, y en la misma un periódico informó de que Michael Jackson la había acosado sexualmente.
En realidad sí sufrió acoso, pero no de Michael Jackson, sino del mánager de Michael Jackson. Otro caso más, entre muchos miles, de mujeres que han de sufrir acoso simplemente por el hecho de ser mujer.
Sheryl Crow tiene verdaderas obras maestras musicales de estilos muy distintos. Aunque se la suele definir como cantante de rock y country, en realidad su registro musical es tremendamente variado, y la pieza que traigo hoy aquí, «Wildflower» es un ejemplo claro.
En cuanto a la frase que acompaña a este texto, define muy bien a la artista. Un gran creador nunca termina de estar satisfecho de ninguna de sus obras, y es el conjunto, en todo caso, el que define su perfil y su historia. Eso no significa que no se pueda disfrutar con orgullo de las obras creadas. Pero, ¿la definitiva? Esa es muy posible que no se llegue a realizar nunca.
Son muchos los artistas que se frustran, precisamente, al ver que ninguna de sus obras les define. Yo, a esas personas, les diría: lo que te define no es una obra u otra, sino el conjunto. Es el total el que da una idea de lo que somos, y de lo que hacemos. Es la visión completa de la obra la que da forma a nuestros pensamientos y actitudes. Solo conociendo la obra completa de un autor, o al menos una parte importante, podemos empezar a entrar en la mente de ese autor.
Sin más, les dejo con Sheryl, cuya música me acompaña en muchas ocasiones mientras escribo, e inspira muchas de mis ideas con su música. Muchas gracias, Sheryl, por existir. Y por todo lo que nos has dado como artista.
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