Away, la serie sobre el viaje a Marte

Nota: spoilers.

Vamos con otra entrada sobre Marte, la última fue muy reciente y sobre un vuelo real que planea SpaceX y el señor Elon Musk.

Pero hoy vengo para comentar los dos primeros capítulos de «Away«, la nueva serie de ficción de Netflix sobre un grupo de hombres y mujeres de varios países que se lanzan en el primer viaje a Marte. Tal como se ha rodado, en un futuro hipotético cercano (pero no tan cercano como algunos creen), se intenta que sea lo más realista posible a nivel técnico, y lo más melodramático posible a nivel de guión. Es normal, es una serie que busca entretener. Si todo sale perfecto y todos son felices sería muy aburrido.

O no. Recordemos «Apollo XIII» de Tom Hanks, increíble película de 1995 que recrea perfectamente el viaje fallido a la Luna. Era prácticamente una reedición de la misión. Y es una película increíble. ¿Quizás lo que ocurre es que hoy día la realidad aburre? ¿Quizás se han de asumir riesgos con elementos poco o nada realistas? Vamos a verlo.

Efectivamente: «Away» es una buena serie, al menos como comienza, no lo niego. Pero le falta algo importante: le falta mucho realismo. Cuando se quiere ser realista no se pueden añadir elementos claramente irreales.

Y de ahí viene mi primera queja. Entiendo que se necesite dramatismo. Pero les aseguro una cosa: un equipo de astronautas totalmente descompensado, desconfiado, y psicológicamente tan inestable como el que se presenta en el primer capítulo, jamás iría a Marte. Ni en un millón de años.

Y no me refiero a las rencillas constantes y peleas absurdas que tienen entre sí y con la comandante de la misión, que interpreta la actriz Hilary Swank. Ni al hecho de que 24 horas antes el marido de la comandante tenga un inesperado problema médico grave; me refiero a que un astronauta es básicamente una pieza más en una complejísima maquinaria en la que participan cientos de miles de personas, y en donde el comportamiento de cada individuo se analiza cada microsegundo, para garantizar el éxito de la misión.

No. La realidad no es así. Vean ustedes vídeos de verdaderos astronautas durante sus misiones. Vean la película de Apollo XIII. Vean y estudien el entrenamiento de los astronautas, y cómo se les somete a brutales pruebas de tensión que deben superar sin miramientos y sin pestañear. No se puede esperar que se hable de amotinamientos incluso antes de despegar en el primer capítulo. No se puede esperar que improvisen soluciones por encima de las instrucciones del control de tierra. Y no se puede esperar que se dediquen a actos heroicos para solucionar los problemas. Los actos heroicos son para la ficción.

Y ustedes dirán «pero es que esto es ficción». Claro, pero intenta ser lo más realista posible. De nuevo es la lucha entre el guionista, que quiere darle emoción al espectador, y la cruda realidad de unos métodos de trabajo desarrollados por la NASA y por la Unión Soviética en los años sesenta del siglo XX, y que se han ido mejorando desde entonces.

Hay otro problema técnico de guión grave: a la distancia a la que operan en la Luna, y luego ya en el inicio de misión, las comunicaciones no actúan como se ve. A esas distancias la luz tarda varios segundos en llegar de la Tierra a la nave, y otros más en volver. Son aproximadamente y de media 1,3 segundos en ir, 1,3 en volver de la Tierra a la Luna. Eso dan, teniendo en cuenta los clásicos problemas de telemetría, al menos 3 segundos. En la nave podemos esperar, a la distancia que se supone que están por la velocidad a la que viajan, un segundo más. Eso da 4 segundos.

Por lo tanto, esas conversaciones que mantienen, que parece que están hablando por Zoom o por Teams, no son para nada reales. Claro que sería muy aburrido a nivel de guión.

Otra cuestión: cuando hacen el E.V.A. (Extra Vehicular Activity) para reparar el panel solar, ¿por qué no llevan trajes con vectores de movimiento? Me refiero a mochilas de vuelo autónomo, algo que ya se usó con los transbordadores espaciales. De ese modo todo el drama de que la comandante se perdiese en el espacio no sería necesario.

Otra cuestión, y esta es delicada: si alguien espera que China, Rusia y Estados Unidos colaboren, me temo que la cosa no va por ahí. Quizás podría llegar a ocurrir con Rusia y Estados Unidos. China tiene claro que quiere colonizar la Luna y Marte para ellos, y ya están dando los primeros pasos. Queda genial un grupo interétnico de hombres y mujeres de distintos países y colores. La realidad es mucho más cruda: es una nueva carrera donde no va a haber sitio para el segundo país. Y siento ser tan duro, pero no puedo sino explicar lo que, en mi opinión, va a ser el futuro.

Quizás lo más grave de una serie, que por otro lado está bastante bien a nivel de desarrollo, sea que se quiere dar una imagen de realidad a algo que no lo es. Vamos a ver, todos sabemos que Star Trek es ciencia ficción. Pero fíjese en la película «2001: una odisea del espacio». Es absolutamente realista en prácticamente todos los detalles. Sí, incluso la entrada en la nave sin el casco. Muy difícil, pero podría llegar a hacerse.

Seguiré viendo a esta tripulación en su viaje a Marte, porque la serie, como digo, tiene una realización buena y unos personajes interesantes. Pero se lo aseguro: nadie en la NASA, ni en ninguna otra agencia espacial, mandaría a un grupo así a Marte. Porque individualmente pueden ser excelentes, no lo dudo; pero el grupo es lo que cuenta. Y, si el grupo falla, lo que tienes que hacer es olvidarte de todo, y comenzar de cero.

Ya lo dije, y lo repito: en el futuro viaje a Marte, el factor humano, y no el técnico, es la clave. O el equipo es perfecto desde el primer día al último, o no habrá equipo en unas semanas o meses. El espacio es frío. Y no perdona ni un solo error. Mucho menos un carácter temperamental y rencillas que solo pretenden cubrir un guión.

El viaje a Marte pondrá a prueba, algún día, incluso al más equilibrado de los seres humanos. Y no será un guión; será una realidad. Mientras tanto, disfrutemos de la serie, por supuesto que sí. Así podré seguir criticándola, para que mi hermana me diga «¡cállate, y deja ya de sacarle defectos!». De acuerdo. Me callo.

Pero solo un ratito…

Una especulación totalmente personal sobre el futuro de la colonización de Marte en este enlace.

Autor: Fenrir

Amateur writer, I like aviation, movies, beer, and a good talk about anything that concerns the human being. Current status: Deceased.

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