Hace unos días comenté el gran éxito del vehículo Perseverance, el cual fue depositado en suelo marciano con exquisita delicadeza, en una maniobra absolutamente brillante, que, lejos de parecer sencilla, es una proeza de ingeniería.
Ahora ha llegado un vídeo, que incluyo abajo, con imágenes reales del descenso, que la NASA ha ofrecido, para que todos podamos contemplar esa hazaña de la ingeniería y la ciencia. Una hazaña incontestable que, sin embargo, algunos insisten en poner en duda.
El pasado jueves 18 de febrero la nave que portaba al vehículo Perseverance llegó a Marte, y comenzó las maniobras de aproximación y aterrizaje. El Perseverance es un vehículo de ruedas, al estilo de otros anteriores que ya se han visto, pero mucho más sofisticado y grande (1.200 kilos en la Tierra), y que incorpora un dron complementario.
Vi la aproximación en directo que transmitía la NASA, y confieso que se me encogió el corazón mientras veía la telemetría de la nave llegando a la Tierra. Una telemetría que, no lo olvidemos, llegaba con aproximadamente media hora de retraso. Es decir: cuando la nave indicaba que algo había sucedido, ese algo había sucedido hacía media hora. Esto es consecuencia de la enorme distancia entre Marte y la Tierra.
Así que, cuando se confirmó el correcto aterrizaje de la Perseverance, en realidad llevaba una media hora en Marte. Fue un momento emocionante, y disfruté mucho con la transmisión, y con las conversaciones que se filtraban de los técnicos. Casi parecía una película en el momento clave.
Hace unos días comenté mis impresiones sobre los dos primeros capítulos de la primera temporada de «Away», la nueva serie de Netflix que explica un futuro viaje a Marte por parte de una misión tripulada conjunta y representada por cinco países.
En aquella reflexión ya señalé algunos aspectos interesantes, y ahora que he terminado de ver la serie, he creído oportuno e interesante transmitir mis sentimientos personales sobre esta serie, que ya adelanto me ha gustado mucho. Sí, no es perfecta y tiene aspectos criticables, pero sin duda me ha impresionado muy por encima de ese maremagnum de series que constantemente se estrenan en las principales empresas de streaming.
Estas reflexiones no son escritas. Hoy he querido cambiar, y las he grabado en audio, en algo parecido a un «podcast». No es un «podcast» realmente, simplemente es una grabación hecha tras ver el capítulo diez. Y en esta grabación exploro los aspectos que me han parecido más interesantes de esta serie.
En la noticia rápida de la semana, vamos a comentar el tema de Venus. Recientemente todo Internet se ha llenado con información, muchas veces con titulares fantásticos y muy alejados de la realidad científica, sobre el descubrimiento de un compuesto llamado fosfano en la atmósfera de Venus.
De todas formas, este tipo de noticias «¡Hemos encontrado vida!» son relativamente habituales, y siempre han sido noticias falsas. Sí, un día puede ocurrir que sean verdaderas, pero tenemos que tener claro la famosa frase de Carl Sagan:
Venus tiene una atmósfera con una presión 100 veces la de la Tierra en superficie, 450 grados y una lluvia constante de ácido sulfúrico. Carl Sagan lo denominó «lo más parecido al infierno que conocemos».Continuar leyendo «No hay pruebas de vida en Venus»
Vamos con otra entrada sobre Marte, la última fue muy reciente y sobre un vuelo real que planea SpaceX y el señor Elon Musk.
Pero hoy vengo para comentar los dos primeros capítulos de «Away«, la nueva serie de ficción de Netflix sobre un grupo de hombres y mujeres de varios países que se lanzan en el primer viaje a Marte. Tal como se ha rodado, en un futuro hipotético cercano (pero no tan cercano como algunos creen), se intenta que sea lo más realista posible a nivel técnico, y lo más melodramático posible a nivel de guión. Es normal, es una serie que busca entretener. Si todo sale perfecto y todos son felices sería muy aburrido.
O no. Recordemos «Apollo XIII» de Tom Hanks, increíble película de 1995 que recrea perfectamente el viaje fallido a la Luna. Era prácticamente una reedición de la misión. Y es una película increíble. ¿Quizás lo que ocurre es que hoy día la realidad aburre? ¿Quizás se han de asumir riesgos con elementos poco o nada realistas? Vamos a verlo.
Iba a titular esta entrada «Los cien muertos de Marte«, pero afortunadamente intento por todos los medios no usar técnicas de comunicación de perfiles amarillistas y sensacionalistas para atraer lectores. Pero esta entrada sí tiene algo de alarmista, y debe serlo, al menos desde cierto punto de vista, por cuanto quiere volver, una vez más, a denunciar las palabras de Elon Musk, un hombre que necesita constantemente ser el centro de atención de las masas, y sentirse idolatrado y admirado por sus incondicionales, que aplauden cualquier cosa que diga y anuncie.
Es importante que, aquellos que intentamos (con mayor o menor fortuna) ofrecer entradas informativas rigurosas, sin decoraciones ni aditamentos publicitarios no esenciales, denunciemos actitudes totalmente carentes del más mínimo sentido común. Y anunciar, por parte de Elon Musk, que se van a mandar cien seres humanos a Marte en una primera expedición es de lo menos razonable que he oído en mi vida en relación a proyectos de gran envergadura, como es la conquista de Marte.
Sobre todo si se asegura que muchos morirán en el viaje.
De acuerdo, los cohetes han llegado. ¿Y la vuelta? Por muchos insensatos entusiastas convencidos de que quedarse en Marte será maravilloso, lo cierto es que la gran mayoría colapsarán mentalmente por no poder volver a la Tierra.Continuar leyendo «Las cien vidas de Marte»
De nuevo me he encontrado con otro vídeo, y este no es de un Youtuber, sino de una entidad tan prestigiosa como la BBC, que afirma, entre otras cosas, que un número dividido por cero da infinito (pueden verlo abajo de esta entrada).
Ya hablé en su momento de este tema, y dije que, por mucho que un Youtuber – Influencer, o la BBC, o cualquier otro, insista en dividir un número entre cero y obtener infinito como respuesta, estará mintiendo, voluntaria o involuntariamente. Y no lo digo yo, que no soy matemático; lo dice la lógica matemática. Y, como en matemáticas las demostraciones son fundamentales, expliqué por qué un número dividido entre cero no es posible, y lo hice en este enlace.
Los que tenemos el pelo más blanco que la nieve, y muchas cicatrices en la piel, recordamos un tiempo en el que no existía Internet, ni youtubers, ni influencers, ni tendencias, ni trending topics. Si quedabas con alguien y te equivocabas de sitio jamás te encontrabas con esa persona. Si habías quedado con alguien y pinchaba la rueda del coche, el que esperaba no sabría nada hasta horas después. ¿Cuántas veces nos quedábamos esperando a alguien que nunca llegaría, porque le había surgido un problema, y no podía comunicarse? Tras esperar un tiempo determinado, pagabas la cerveza y te ibas. Y luego se aclaraba todo.
Ahora, con un mensaje, todo eso queda solucionado. Gracias a la tecnología. Y al espacio. Esa tecnología espacial que la gente desprecia, y que es la base del mundo moderno. El mundo se ha vuelto rápido. Y práctico. Y superficial. Ya lo dijo Carl Sagan: «el mundo depende de tecnologías que casi nadie conoce ni les importan. Eso es un caldo de cultivo para el desastre». No lo digo yo; lo dijo Sagan en los ochenta.
Entonces, ¿cómo es posible que se alcanzara la Luna? Y seis veces, además. Mucha gente no lo cree. Mucha gente cree que todo fue una gran mentira. Y que los rusos callaron, o fueron engañados. ¿Los rusos, engañados? ¿De verdad? ¿Pero es que creen que los rusos son tontos, o algo así? ¿De verdad alguien piensa que los rusos cayeron en una hipotética trampa de los Estados Unidos? Es inconcebible. Los rusos no fueron engañados; simplemente vieron que habían perdido la carrera del viaje a la Luna. Y punto. No hay nada más que añadir, señoría.
Pero no. Esas gentes son incapaces de creer en el ser humano, y en sus posibilidades. Por eso no creen que se llegara a la Luna. Pero se llegó. Y ahora anuncian que se vuelve. Y en cinco años. ¿Será verdad? Vamos a verlo.
Esquema de la NASA para las próximas etapas de los viajes a la Luna y a Marte
¿Está grabando este trasto? Sí. Parece que sí. Esta grabación la hago sobre todo por ti, Anya. Tú odiabas la tecnología. Decías que lo que no hace directamente la mano humana no tiene la esencia del ser humano. Y carece del espíritu que da vida a una obra.
Siempre fuiste una romántica. Y yo siempre te salía con alguna explicación técnica metafísica sobre el futuro de la humanidad. Solo que ese futuro no era tal. Creo que tengo que darte la razón. Al menos, en tu idea de cómo hemos usado esa tecnología.
Pero me estoy desviando. Debo centrarme. Por ti. Y por las generaciones futuras. Que cuentan con nosotros para crear un nuevo mundo mejor.
Vamos a dar una vuelta por el espacio, primero hasta la Estación Espacial Internacional (ISS), y luego hasta la Luna. De ahí seguiremos hasta Marte, dando una pequeña vuelta por los asteroides para comprar algo para los niños a la vuelta. Sin duda, el futuro tiene varios nombres clave, y de dos de ellos voy a hablar ahora: SpaceX, y la NASA.
En estos días la cápsula Dragon de SpaceX ha conseguido ir a la estación espacial Internacional, llevando un muñeco con sensores que simulaba un ser humano. La idea era probar si la cápsula es apta para llevar vida humana hasta la estación y volver. Es de esperar que, si todo ha ido bien, como parece, en una próxima misión suban ya dos astronautas hasta la ISS, dos astronautas que ya han sido elegidos, y se están preparando para ello.
La cápsula Dragon y el nuevo traje espacial. Si se le añade el símbolo adecuado y unos cañones láser hasta Luke Skywalker podría pilotarla
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