Recientemente explicaba que este blog ha caído en picado en visitas. ¿Soy un inútil? ¿La gente me odia? No. La gente me odia, pero no por el blog, sino por mi carácter taciturno, aburrido y perverso. Lo que le ocurre al blog es distinto: Google sigue favoreciendo a quienes pagan para salir en las primeras posiciones. Y, mientras tanto, los mortales somos olvidados y vilipendiados.
Pero una demanda conjunta de más de treinta estados de Estados Unidos se ha interpuesto contra Google precisamente por prácticas monopolísticas y por favorecer a unos frente a otros por intereses propios. Lo cual demuestra que a veces incluso acierto en mis conclusiones.
Y, para celebrarlo, traigo aquí, un día más, un poco de música para este fin de semana previo a la navidad. Una navidad compleja, difícil, pero que intentaremos pasar del mejor modo posible. Y un recuerdo a todos los que se han ido este año. Por el Covid, o por las causas que sean. No os olvidaremos.

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