La frase del día nos la trae el doctor en física teórica y premio Nobel alemán Werner Heisenberg, uno de los genios del siglo XX, y padre del famoso principio de incertidumbre.
«Lo que observamos no es naturaleza en sí misma, sino naturaleza expuesta a nuestro método de cuestionamiento».
Lo que nos viene a decir con esta frase es algo que parece evidente, pero que tiene importantísimas consecuencias a nivel científico, y también filosófico.
El universo tiene una naturaleza determinada. Tiempo, espacio, materia, energía, son conceptos que están ahí, independientemente de nuestra existencia. Pero, ¿es su naturaleza real la que observamos? Por supuesto que no: lo que observamos es el resultado de los procesos físicos, fisiológicos y cognitivos de nuestros sentidos y de la actividad cerebral. Juntos conforman un conjunto de impresiones que resultan en unos valores determinados que podemos medir y controlar.
Pero estos valores medidos y observados son solo aquellos que nuestras capacidades nos pueden dar. Vemos, observamos, y medimos un subconjunto de la realidad. La realidad, cualquiera que esta sea, permanece oculta de nosotros, por la sencilla razón de que, como seres físicos, no podemos observar el cien por cien del hecho, del evento, de la concepción real del universo. Se supone que Dios sí puede, pero, como no creo en Dios, y de todas formas Dios no está interesado en explicarnos estas cosas, debemos concluir que nunca podremos conocer el universo en su máxima expresión.
Si quiere información más amplia sobre estos elementos, puede leer este enlace. Muchas gracias.

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