La primera parte de este relato de tres partes puede leerse en este enlace. La tercera parte en este enlace. Para más información sobre el personaje de Sandra puede leer «Operación Fólkvangr»
Escrito en una servilleta.
Lo bueno de no esperar nada de la vida es que aciertas en el noventa y nueve coma nueve por ciento de los casos. Queda ese pequeño hueco final que, sorprendentemente, a veces es el resultado de la desesperación.
Eso fue lo que pensé cuando, aquella mañana de sábado, me desperté, creyendo que todo el asunto de Dasha había sido un sueño. Me levanté, salí a la sala, y lo que vi me dejó perplejo: todo estaba organizado, colocado y perfectamente situado y en su sitio. ¿Cuándo había estado esa sala en ese estado de orden? Probablemente nunca, ni siquiera cuando estaba con Linda.
Debe estar conectado para enviar un comentario.