«Las entrañas de Nidavellir» es un libro en dos partes que forma el punto central del desarrollo del personaje de Sandra, la cual se verá envuelta en un conflicto que la llevará a un extremo nunca antes vivido. Sandra y Helen son las dos protagonistas de la saga, y solo se encuentran una vez a lo largo de los quince libros, y solo durante unas horas, precisamente en este libro.
En esta escena, dos de los personajes clave del libro, Yvette y Robert, van a volver de Titán, la luna de Saturno, tras haber rechazado colaborar en una investigación que se les ha propuesto.
Cada uno de ellos tiene sus motivaciones, y cada uno de ellos solo espera volver lo antes posible a la Tierra. Robert es un prestigioso exobiólogo, mientras Yvette es una joven ingeniera experta en motores relativistas, que ha publicado un libro sobre la materia que está revolucionando el futuro de los viajes espaciales…
Año 2153. Yvette es una brillante ingeniera de motores relativistas, que fue contratada por la Titan Deep Space Company para un proyecto ultrasecreto en la luna Titán de Saturno. Allí se le presentará un descubrimiento que contempla una tecnología asombrosa jamás vista.
Las cosas se complicarán cuando Yvette y Robert estén a punto de morir, y sean salvados por una gigantesca nave estelar que, sin duda, no procede de la Tierra. Un ser llamado Deblar conminará a Yvette a que hable en nombre de la humanidad a toda la galaxia, a miles y miles de mundos, en una conferencia basada en una conexión mental directa con todos los habitantes de la galaxia.
Deberá estar en una cámara oscura, completamente desnuda, ya que debe mostrarse al universo tal y como es, sin ropas ni elementos artificiales que serían incomprensibles para miles de especies. Esa experiencia la deja agotada, exhausta, y mentalmente destrozada. Más tarde, tras acabar la conferencia, llegará Robert, que la encuentra en la cama, completamente desorientada…
Undécima y última parte (más un epílogo posterior) de este relato sobre el origen de la disputa entre Sandra y Robert que ellos mismos discuten en “Las entrañas de Nidavellir”.
Víctor y Olga han sido llevados a dos prisiones muy distintas, con acusaciones muy distintas. Sandra ha decidido que debe dar prioridad a su rescate, mientras Robert ha decidido que es imposible discutir con Sandra cuando se le mete una idea en la cabeza…
Nuevo fragmento de “La leyenda de Darwan IV: Idafeld”, Libro XV y último de la saga Aesir-Vanir. El fragmento anterior puede leerse en este enlace.
En la trilogía de La leyenda de Darwan se explica que la mente de Helen, conocida con el sobrenombre de «Freyja», fue manipulada por los Xarwen, la especie con la que colabora la humanidad, para desarrollar capacidades mentales avanzadas. Esto dota a Helen, y a otros, de habilidades inéditas mentales en los seres humanos. Tras haber sido capturada y torturada por los LauKlars, los Xarwen realizan una segunda modificación todavía más poderosa, que le da a Helen unas capacidades impresionantes para un ser humano, pero también enormes problemas de concentración, dolores, y desequilibrios.
Este fragmento conecta con el libro «Las entrañas de Nidavellir I: La nave» donde Sandra se encuentra en una situación muy compleja, al haber sido forzada a actuar en una guerra porque es la única forma de proteger la Tierra. Esa ambivalencia destrucción-salvación generará en ella un conflicto creciente que acabará por bloquearla por completo. Helen deberá reactivarla y solventar el problema, restaurando así el futuro a partir del pasado.
En su llegada a Titán, y una vez repuesta de aquellos problemas, la mente de Helen será fundamental para liberar a Sandra y escapar con destino a la Tierra. Unos soldados cercanos a donde se encuentra Sandra hablan de Zeus, que es la forma despectiva de nombrar a Richard Tsakalidis, responsable de las instalaciones…
Sandra debe viajar a la luna Titán de Saturno desde la Tierra, camuflada como personal administrativo, para investigar un descubrimiento llevado a cabo por la Titan Deep Space Company. Pero las plazas están muy solicitadas. Sandra examina entonces el perfil psicológico del entrevistador.
Es el tipo perfecto de hombre al que sus diseñadores habían asignado para sus cualidades como androide de infiltración y combate, pero también, de un modo fundamental, en su componente sexual, el cual había sido decisivo y de primer orden muchas veces en sus éxitos durante las operaciones en las que había participado. No muy adecuado éticamente, quizás moralmente reprobable, y por supuesto denigrante para la condición de mujer. Pero ella no es una mujer, sino una máquina, y no dispone por tanto de esos problemas morales y éticos.
Y la efectividad es la premisa básica en su diseño y construcción, lo cual incluye el sexo como un parámetro primario para obtener información utilizando cualquier técnica que sea precisa llevar a cabo…
Este es el tercer capítulo de «Mensajero del Nastrond I: Omega», Libro XIV, ambientado tres años después de «Las entrañas de Nidavellir». Sandra decide que Martin puede serle de ayuda en la investigación, aunque va a imponerle sus propias condiciones…
Sandra volvió de la base abandonada, donde había estado hablando con Susan, la cual le había dado todos los detalles de ese grupo de fanáticos conocidos como «Hijos del Nastrond». También hablaron de los recuerdos de tres años atrás, y Sandra insistió en saber algo más de Scott. Susan insistió en no contarle nada. El misterio de Scott parecía seguir siendo impenetrable.
La puerta del hotel se abrió. Martin apuntó con el phaser hacia el exterior. No hizo falta disparar. Era Sandra, que le miró indiferente, mientras pasaba al interior cerrando la puerta, conectando la terminal de la computadora de la habitación, y examinando algunos datos. Tras unos segundos, Martin comentó:
El primer capítulo, y el contexto de esta historia, dentro de la saga Aesir-Vanir, puede leerse en este enlace.
Las Doce Leyes que se mencionan en este capítulo pueden leerse en este enlace, si desea ampliar el contexto de lo que se explica. Recordemos que la galaxia dispone de un Alto Consejo, y las especies se clasifican de nivel I a 5. Las de nivel I, como la humanidad, no pueden ser interferidas. Es algo similar a la idea de «La primera directriz» de Star Trek. Pero con consecuencias bastante diferentes…
Nota especial: agradecer a los lectores su interés creciente por esta y otras obras de la saga Aesir-Vanir. En los últimos tiempos la actividad ha ido creciendo paulatinamente, siempre dentro de los márgenes modestos de esta web y de este proyecto. No cuento con el apoyo de editoriales, pero cuento con el apoyo de todos ustedes, y eso vale más que un millón de editoriales. Porque es el lector, y no la editorial, el fin último de una obra literaria. Por todo ello: muchas gracias.
El pasado 15 de septiembre la sonda espacial Cassini, tras 13 años sobrevolando el planeta Saturno y sus satélites, especialmente los muy interesantes Encélado y Titán, se estrelló contra el propio Saturno, en una maniobra hecha a propósito para analizar las capas superiores del planeta gigante. Su combustible se acababa, y hundir la sonda en la atmósfera permitiría conocer muchos datos sobre su composición y estructura.
Han sido 13 años gloriosos de investigación pura y científica, que nos ha permitido conocer incontables datos y conocimientos sobre esos (todavía) lejanos mundos. Y alguien preguntaba, de nuevo: ¿por qué no preocuparnos de nuestro mundo?
Imagen artística de la sonda Cassini. Saturno al centro, Encélado a la izquierda, Titán a la derecha
A partir de hoy, y durante algunos días, la primera parte de «Las entrañas de Nidavellir» estará disponible a coste cero en Amazon. Un descubrimiento que lleva a cabo la Titan Deep Space Company en la luna Titán de Saturno provoca que Sandra reciba una inesperada visita del ser que más odia, y que fue el causante de la muerte de su padre.
Pero ahora Sandra, cien años después de aquellos sucesos, tendrá que colaborar con ese hombre para interceptar, y destruir, ese objeto. Si no consigue llevar a cabo este propósito, ese hombre que la acompaña tiene una sola orden: proceder a terminar con toda la vida en la Tierra, y en todas las colonias del sistema solar. Sandra se verá comprometida con una operación que aparentemente será relativamente rápida, y no demasiado compleja. Pero durante una estancia previa en Marte descubrirá que ese objeto es solo la punta de un iceberg de dimensiones inimaginables, y que en Titán le espera mucho más que una simple operación de búsqueda y eliminación…
Titán, la luna de Saturno, es un cuerpo espacial con características muy interesantes. No solo desde el punto de vista científico, especialmente su geología, su densa atmósfera, y sus mares de metano; también el hecho de que esos mares pudieran albergar algún tipo de vida.
Titán es una especie de minitierra primigenia, que se conserva en lo que fue el estado original de nuestro planeta. Solo por eso la gran cantidad de cosas que podríamos aprender de ese mundo y del nuestro son inimaginables. Y la NASA ha considerado que, además de estudiar su superficie, merece la pena pensar en estudiar sus mares, especialmente el enorme lago Kraken, con una profundidad y tamaño suficientes como para enviar un submarino.
Sí. Aunque suene a ciencia ficción, y de hecho es ciencia ficción, la NASA planea, en un futuro todavía lejano por supuesto, mandar un submarino a Titán. Eso permitiría conocer el interior de tan impresionante mundo, y estudiar si existe algún tipo de vida microscópica en algún hábitat dentro del océano de metano.
Titán contiene además la mayor concentración de hidrocarburos de todo el sistema solar, y es evidente que una empresa minera podría organizar un lucrativo negocio con esos hidrocarburos. Incluso aunque se sustituya la gasolina por otras fuentes de energía, los hidrocarburos, como bien saben los químicos, tienen infinidad de aplicaciones en la industria y en la vida diaria. El acceso a esos hidrocarburos permitiría mantener toda una gigantesca industria durante cientos o miles de años, hasta encontrar algo mejor claro.
Supongo que es de esperar que con estos datos algún escritor de ciencia ficción se motive a escribir alguna historia basada en ese satélite de Saturno, y nos hable de aguerridos mineros y duros jefes de empresas ambiciosos, capaces de cualquier cosa por el control del poder.
Pero mientras esa ficción se convierte en realidad, lo cierto es que Titán promete mostrar sus secretos a los intrépidos que lleguen allá primero, y beneficios a quienes exploten esos secretos. Si a eso añadimos el submarino para hacer turismo, solo falta el spa de metano para tener cubierta una estancia de una semana para los mejores empleados de la empresa y sus familias con todos los gastos pagados. Fabuloso ¿verdad?
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